La pregunta sobre cuál es la relación entre la expresión artística y la medicina ya tiene respuesta en el trabajo Análisis de esculturas de madera con tomografía computarizada (TC) de doble energía. Protocolos y aplicaciones. Se trata de la tesis doctoral del especialista en radiología en el Hospital Provincial, Daniel Ahicart Safont, defendida en el Centro del CEU Cardenal Herrera de Castellón. La investigación está dirigida por los doctores Carlos Casillas Meléndez, jefe del Servicio de Radiología de dicho hospital, y David Juanes Barber, del Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals de la Direcció General de CulturArts. El trabajo tiene como eje principal la aportación de la tecnología médica a los procesos de restauración artística.

El objetivo es el diseño de un protocolo de estudio de figuras como la Virgen de la Dolorosa, datada en el siglo XIX y procedente del Museo del Pouet del Sant de la basílica de Sant Pasqual (Vila-real). Para ello, se ha empleado la herramienta TC (tomografía computarizada), disponible en el Consorcio del Hospital Provincial para visualizar con la mayor calidad posible el objeto.

A partir de los valores obtenidos de la TC y mediante la llamada «red neuronal», una herramienta estadística, pueden conocerse los distintos tipos de madera de la escultura o talla, así como las características de los anclajes del armazón, el estado del material o las interioridades. Estos datos son de gran utilidad porque proporcionan un conocimiento único, que no se podría conseguir con la limitada inspección ocular. Las tallas son difíciles de manejar, según indican los expertos, y la técnica TC se presenta efectiva. El resultado es un análisis valioso y novedoso, sobre todo, para el proceso de restauración de imágenes. Así lo han demostrado las experiencias llevadas a cabo merced a un acuerdo entre el Consorci Hospitalari Provincial de Castelló y l’Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals.

Toda manifestación artística contiene implicaciones técnicas, no solo en nuestra época, sino en tiempos más o menos remotos, incluso medievales, tal y como se muestra en el citado estudio. El arte y la técnica son dos caras de la creatividad humana, pese a las diferencias existentes entre ambos. La tecnología ha estado y está omnipresente en toda la actividad humana. Hay una relación dialéctica, ya sea de forma encubierta o manifiesta, o, como decía, con mayor o menor razón, Nietzsche: «Hay una necesidad de transformar la vida en una obra de arte, y, en nuestro caso, en una experiencia tanto técnica como estética».

Esta interacción facilita los procesos de restauración con mayor propiedad y garantía. Todas las pruebas de los trabajos llevados a cabo de manera experimental han dado muy buenos resultados. Es un maridaje de gran utilidad que se establece entre la medicina y el arte.

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