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En ocasiones residen en la provincia personas excepcionales que han destacado en alguna actividad, son famosas y andan refugiadas en su anonimato buscado. Este es el caso de Heidy Rodríguez, que trabaja en el Hospital General de Castellón y en el centro de salud de l’Alcora. Cuenta con una historia que daría para escribir un libro. Nacida en la República Dominicana, fue homenajeada en su país el año pasado como Inmortal del Deporte, como deportista de élite en la práctica del kárate, en el Pabellón de la Fama. Una ceremonia al estilo de las que organizan en Estados Unidos.

«Ese día no pude dormir y lloré un montón de la emoción al ver cumplido el anhelo de todo atleta tras pasar al retiro», rememora Rodríguez, quien todavía se pone «nerviosa» al recordar ese momento. Estaba segura de que algún día podía llegar a ser inmortal de su país, pero jamás pensó que se iba a producir en la plena juventud de su vida.

Y es que Heidy tiene 36 años y a la mayoría de dominicanos que hicieron historia en el deporte nacional este homenaje y reconocimiento les llegó con una edad mucho más avanzada.

La ahora doctora Rodríguez se retiró de la competición en el 2008, tras una carrera de nueve años en la que ganó 35 medallas a nivel internacional, resumidas en 21 de oro, cuatro de plata y diez de bronce. Fue campeona de kárate en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, en el 2003; y de Río de Janeiro, en el 2007. Además y entre otros muchos logros en EEUU, en el 2005 ganó la Copa del Mundo de Wado.

Aunque murió cuando ella tenía nueve años, su abuelo materno fue quien la introdujo en el kárate. Y es que a los cinco años ya la puso en el camino del deporte de combate para que aprendiera a defenderse, señala. Cuenta que un día la cogió de la mano y la llevó al Club Licey. Fue en ese lugar donde empezó su intensa carrera deportiva.

En Castellón desde el 2012

Tras estudiar Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo llegó a Castellón en el 2012 para hacer el MIR y en la actualidad hace guardias de refuerzo en el Hospital General y en el centro de salud alcorino.

Su pareja es de la capital de la Plana y ahora está volcada en la medicina. Con todo, manifiesta que es una lástima que el kárate no sea olímpico hasta el 2020 porque por su espíritu competitivo le hubiera gustado también lograr alguna medalla a este nivel.