Batalla fundamental en la historia de España, hoy no muy bien conocida, por nuestros deficientes planes de estudios y la falta de la difusión que merece. El triunfo contribuyó a la caída del imperio almohade, abrió las puertas de Andalucía y facilitó las conquistas cristianas de los siglos posteriores.

El ejército cristiano estaba formado por tropas castellanas de Alfonso VIII por el centro, los aragoneses de Pedro II por el flanco izquierdo, los navarros de Sancho VII por el flanco derecho. Tropas ultramontanos que luego en su mayoría se retiraron. Y las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Temple y Hospital de San Juan. No acudieron Alfonso IX de León y Alfonso II de Portugal. El ejercito almohade de Muhammed an-Nasir conocido como Miramamolin tenía sus tropas regulares, levas forzosas, voluntarios yihadistas y la legendaria guardia negra del emir. Según las diversas fuentes, el primero tenía entre 15.000 y 70.000 efectivos y el segundo entre 30.000 y 125.000. Alfonso VIII, tras la derrota de Alarcos, en 1195 solicitó al papa Inocencio III que lanzara una cruzada. Concentro sus tropas en Toledo, se dirigieron hacia el campamento musulmán en las Navas, para llegar allí había que cruzar Sierra Morena y los pasos estaban cortados, un pastor los guió a través del Puerto del Rey.

Tras diversas escaramuzas, el lunes 16 de julio se produce el enfrentamiento. La suerte era alterna, al fin se produjo la carga de los tres reyes a matar o morir, y con ella la derrota, desbandada y aniquilación del ejército musulmán. Santiago y cierra España.H

*Notario