El nacionalismo surgió en la Europa del siglo XIX en el periodo posterior a las revoluciones. Hasta entonces los pueblos estaban unidos en torno a un rey.

Con este movimiento prevalece la idea de ser ciudadano de una nación con sus propias esencias históricas, culturales, lingüísticas, etc. Que si son reales, bien, y si no se inventan y manipulan. Es bueno querer tu tierra madre, pero no lo es creer que es la mejor y despreciar a todas las demás.

Al principio era un concepto romántico, luego evoluciona y da origen a diversas modalidades, como el nacionalsocialismo y el fascismo. También al nacionalismo vasco con Sabino Arana, racista donde los haya. Y al catalán que tiene su origen en la renaixenca que defiende una raza catalana fuerte, inteligente y enérgica frente a la española que según ellos no es capaz de prosperar ni civilizarse. Curiosamente ninguno de estos últimos está basado en un estado, país, nación o lo que fuera que haya existido nunca en la historia.

CON ESTOS INICIOS se llega a que unos exaltados se creen superiores al resto de españoles, con posiciones obtusas, excluyentes y xenófobas. Siembran el odio contra un ficticio enemigo único, en este caso España. Y producen una falsa impresión de unanimidad. Cuando lo que ocurre, realmente, es que crean una tremenda fractura social. Afortunadamente los que así piensan no son la mayoría de catalanes, son una minoría pero muy activa, que se ha hecho con la educación para adoctrinar, la comunicación para manipular. Y con nuestro dinero para su causa y para su bolsillo.

*Notario