A la Antártida para analizar los efectos contaminantes de la acción humana. El profesor de la Universitat Jaume I, Félix Hernández, está participando en una expedición antártica para colaborar en un proyecto que busca evaluar el impacto causado por la actividad humana sobre el continente helado.

El objetivo no es otro que conocer el estado actual en cuanto a presencia de xenobióticos (compuestos cuya presencia en la naturaleza es poco frecuente porque son sintetizados por el ser humano en laboratorio) y generar un banco de datos que sirva de base para estudios futuros. Ello permitirá indagar en las tendencias en los niveles de contaminantes asociados a la presencia del ser humano en la región, vinculada principalmente a las bases científicas y la actividad turística. Así, se tomarán muestras de aguas residuales de las bases, agua superficial de lagunas que se usan para abastecimiento, nieve, agua de mar, sedimentos y liquen. Los estudios analíticos se llevarán a cabo en el Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (IUPA). El abanico de compuestos a investigar es muy amplio, e incluye fármacos, con especial énfasis en antibióticos, hormonas, retardantes de llama, bifenilos policlorados (PCB) e hidrocarburos policíclicos aromáticos.

Estudios recientes realizados por investigadores del ámbito de la microbiología han demostrado la existencia de bacterias resistentes a antibióticos en la Antártida, por lo que resulta necesario conocer si estos compuestos se están liberando en el medio ambiente, y en qué niveles de concentración, como consecuencia del consumo humano.

Hernández es miembro del grupo de investigación Química Analítica y Salud Pública, integrado en el Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (IUPA) de la Jaume I. La expedición en la que participa se inició el día 12 de enero de 2017, partiendo desde Punta Arenas y tomando como punto de referencia para la estancia la base chilena Escudero, en la isla Rey Jorge. A lo largo de unos 40 días, el equipo de investigación está muestreando diversos entornos en la isla Rey Jorge, así como en las islas Nelson y Ardley. A finales de enero la expedición embarcó en el buque Aquiles, de la Armada Chilena, para trabajar en lugares más alejados, como isla Decepción, en la que está la base española Gabriel de Castilla, y las islas Robert, Greenwich y Livingston, llegando finalmente hasta la península Antártica. Toda una experiencia.

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