Me han incluido (me he dejado incluir) en cuatro grupos del teléfono móvil y me sorprende, no sé por qué, la cantidad de whatsapp, la mayoría superfluos, que recibo con inusitada frecuencia. Junto a alguna noticia relevante para los socios que somos, aparecen otras que nada tienen que ver con el objetivo de la asociación: unas de carácter político, otras de entretenimiento y, las restantes, absolutamente irrelevantes. Los emisores o están faltos de trabajo o malgastan su preciado tiempo en banalidades de este tipo. Es un abuso.

No digamos de otros medios como Facebook, por ejemplo, en que, con demasiada frecuencia, recibo noticias como «fulanito ha colgado una foto», «menganito ha comido en…», etc. No sé cómo la gente tiene tanto tiempo para ocuparse de banalidades de esta índole.

POR OTRA PARTE, la verdad es que el uso del teléfono móvil es verdaderamente útil. Cuando olvidas el aparato parece que vas desprotegido por la vida. Es el abuso el que nos hace perder tiempo, sin olvidar --es cierto-- el buen uso y utilidad de estos medios.

Pero si el problema se traslada a la adolescencia, el resultado puede llegar hasta la adicción con la correspondiente disforia o ansiedad cuando falta el aparato en cuestión. Es, a veces, una estrategia para solucionar problemas afectivos entre los adolescentes y los jóvenes.

URGE una prevención de las conductas desadaptativas para que el uso de las nuevas tecnologías prevalezca sobre el abuso.

*Profesor