El físico castellonense Vicent Mateu Barreda es, hoy por hoy, el Mejor Investigador Novel en Física Teórica. El premio, que concede la Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA, le llega por su investigación sobre la estructura de los quarks, los llamados ladrillos de la materia, dentro de un campo, la Cromodinámica Cuántica, “pura ciencia, sin aplicación práctica”, puntualiza.

--¿Cómo se logra un premio como este?

--Con mucho esfuerzo y dedicación, y con una cierta dosis de fortuna, desde luego. En mi campo de trabajo se requieren cálculos muy complejos, además de un entendimiento muy profundo de la estructura de la teoría. Todos estos cálculos se deben implementar en complejos programas informáticos numéricos para poder analizar los datos experimentales. Los resultados se recogen a medio y largo plazo, y son muy apreciados por la comunidad científca.

--¿Qué le llevó a entrar en este campo?

--La curiosidad y las ganas de aprender más. Cuando terminé mis estudios en física, me pregunté: ‘¿es esto todo?’. Tenía la sensación de que había aprendido la puntita del iceberg y me quedé con ganas de más. La física teórica de partículas me atraía mucho, ya que combinaba la relatividad y la física cuántica, ¿qué más se podía pedir? Me decidí por el campo de las interacciones fuertes porque en este se estudian aspectos muy interesantes de la teoría cuántica de campos, la herramienta básica en física de partículas. Durante la tesis estudié las interacciones fuertes a energías bajas. Tras doctorarme reorienté mi carrera hacia el estudio de las interacciones fuertes a energías altas.

--¿Cómo explicaría a una persona profana en la ciencia para qué sirve en el día a día lo que está haciendo en Viena?

--De un modo bien sencillo: no tiene ninguna aplicación práctica. Lo que quiero decir es que mi campo de trabajo es la ciencia fundamental, el saber por el saber, expandir las fronteras del conocimiento humano. Si este campo de trabajo tendrá aplicaciones en el futuro o no, solo el tiempo lo dirá. Lo mismo ha ocurrido en otras áreas, como pueden ser las ondas electromagnéticas o la física nuclear.

--Desde su exilio laboral a la Universidad de Viena, donde actualmente da clases e investiga, ¿cree que hay una fuga de talento en la ciencia en España?

--¡Sin duda! Hay muchos científicos españoles de primer nivel en una situación análoga a la mía. Tenemos francamente complicado regresar e investigar en España. A Wert le recordaría que cada euro invertido en ciencia hoy se transforma en 4 euros; y que los resultados no se ven de hoy para mañana, sino que son a largo plazo.

--¿Qué echa de menos de Castellón?

--En particular, la cercanía con el mar, la buena comida, especialmente arroces, pescados y marisco, y el excelente carácter de sus habitantes. ¡También la Magdalena!

--¿Ve posible volver a corto plazo?

--Me gustaría encontrar un puesto indefinido (mi contrato en Viena es de seis años). Y sí, me gustaría investigar en España, llevo desde el 2008 fuera. Además, mi mujer y mi hijo están ahí. Digamos que no lo veo imposible, pero sí francamente complicado. H