Vilafamés ultima los preparativos para revivir la época dorada de principios del siglo pasado en el que estará a pie de calle la forma de vida de 1900 con sus tradiciones, sus oficios --la mayoría en desuso-- y ambientaciones de espacios públicos y costumbres. Todo ello, recogido en la Mostra de Vida Tradicional Vilafamés 1900, que tendrá lugar del 1 al 3 de mayo, un referente del turismo cultural en el interior de la provincia, tras 12 años de trayectoria y en el que “participará casi medio millar de vecinos entre particulares y miembros de 15 asociaciones que han confirmado su colaboración”, explicó a Mediterráneo la concejala de Cultura, Ester Nielfa.

La implicación de la ciudadanía es clave para que este evento tome fuerza y se consolide como un acto a no perderse por los castellonenses, máxime aprovechando el respiro laboral del puente de mayo. Y es que, según Nielfa, “el éxito está asegurado de nuevo en esta edición, ya que a la gente que viene a vernos le gusta las estampas y también poder acceder al interior de las viviendas, ver y escuchar las explicaciones de los oficios de antaño de boca de sus propios moradores. Y al año siguiente repite y trae consigo a más personas”.

El alcalde de Vilafamés y diputado de Turismo, José Pons, considera esta muestra tradicional “una auténtica promoción turístico-cultural” de la población y todo “gracias a los residentes, ya que somos un ejemplo de participación y unión”. Para el primer edil, una de las cosas más importantes de este encuentro es que “los ciudadanos se familiarizan con la importancia que tiene el turismo como generador de empleo en un futuro para Vilafamés y el potencial que tiene el municipio”.

POTENCIADOR DE EMPLEO // Pons se refirió a que esta cita ha supuesto “una apuesta por la potenciación de negocios”, tales como tiendas especializadas en productos tradicionales, apertura de casas rurales y locales de restauración de calidad, que beneficia a los visitantes y ayuda a impulsar el turismo en el término. Y es que, matizó el alcalde, “el municipio, con la unión de todos los vecinos, está aportando empleo”.

A escasas dos semanas a que se inaugure la XII edición, la regidora Nielfa ya ha mantenido reuniones con los participantes y en los próximos días acordarán “las ubicaciones así como las actividades”, indicó. Entre las ambientaciones programadas están el lavadero, la elaboración del jabón; el horno, los orelletes y rollos; la muestra de instrumentos musicales, la taberna típica, el molino de aceite, la elaboración de palomitas de maíz, alpargatas, capazos, el pintor, la matanza del cerdo, etc.

Pero siempre hay estampas preferidas. La pareja de guardia civiles tocados con tricornios es una de las preferidas por los visitantes, a tenor de las fotos que se hacen con ellos; también el cura, el cartero recorriendo el pueblo con su bicicleta. La farmacia y el médico, con sus respectivos instrumentales, y el colegio con sus pupitres de madera se admirarán en la sala Quatre Cantons. Y sin olvidar la popular corrida goyesca, en la que los toreros acuden a la capilla a rezar y luego, en procesión con el cura, van a la plaza y, tras ser bendecidos, se inicia la corrida. Y si alguno es herido, se le lleva a curar a la jaima sita junto a la iglesia, que acoge la representación de la Guerra de Cuba, con las enfermeras y la camilla. Tres días para disfrutar de 1900. H