No es frecuente hablar de visitas pastorales, entre otras cosas porque se celebran de tarde en tarde, pero ahora hemos visto cómo el obispo de la diócesis, Casimiro López Llorente, anunció el día 21 de enero la apertura de esta visita, ya que hacía años que no tenía lugar, si bien su regulación en las constituciones sinodales se produjo, después de Trento, en 1604. Castellón, como pertenencia a la antigua diócesis de Tortosa, tuvo una especial visita en 1314 del obispo Paholac, cuyo libro, editado por la Diputación, relata las distintas facetas de las parroquias tan útiles para el historiador como interesantes para la cultura religiosa y general.

La tradición arranca ya de los tiempos de los apóstoles Pablo y Bernabé, quienes consideraron la oportunidad de visitar «a los hermanos en todas las ciudades en que hemos predicado». Pero, más de un lector puede preguntarse qué es una visita pastoral. Pues, muy sencillo: es un encuentro del obispo como pastor con los fieles y comunidades eclesiales de la iglesia diocesana con el fin de conocer su situación, sus problemas y animar a los agentes evangelizadores a renovar la vida cristiana. Ello está dirigido a párrocos, sacerdotes, comunidades religiosas, asociaciones, escolares, jóvenes, enfermos y fieles en general. La ciudad de Castellón consta de 14 parroquias en las que el obispo está practicando ahora la visita pastoral.

*Profesor