Usain Bolt no faltó a su cita con las medallas en unos Juegos Olímpicos. Y tras volver a hacer un triple de oro (100, 200 y 4x100 metros), esta vez en Río, que le ha convertido en el más grande, tampoco faltó a su cita con la discoteca para celebrar sus éxitos con otros atletas, como la saltadora de altura más extravagante de la competición, la estadounidense Inika Macpherson. Además, cumplió 30 años el pasado domingo, de manera que le sobraban motivos para entregarse al baile y la fiesta sin fin.

Si hace cuatro años, tras llevarse los tres oros en los Juegos de Londres lo celebró con tres jugadoras suecas de balonmano, el esprínter jamaicano corrió veloz a la discoteca All In de Río de Janeiro para festejar que ya es inmortal, y de paso perrear con cuantas mujeres le han salido al paso, que no eran pocas.

En un vídeo que trascendió, Bolt sale bailando con frenesí al ritmo de Work, de Rihanna, con una chica que no parece ser su discreta novia, Kasi Bennett. Y no parece que piense mucho en ella, a tenor de la cara de alegría y desenfreno que exhibe. ¿Qué dirá la bella discreta y curvilínea jamaicana, que lleva tres años de relación con el Relámpago, cuando vea este vídeo?

UNA BRASILEÑA DE 20 AÑOS/ ¿Y qué dirá de las fotos que se filtraron de la misma noche, horas después, en las que se le ve besándose con una mujer en la discoteca y luego retozando con una estudiante en una cama? «No sabía que él era él porque eran muchos jamaicanos parecidos», aseguró la chica, una brasileña de 20 años llamada Jady Duarte, que mandó las fotos con Bolt a su grupo de amigas de Whatsapp. Definió su encuentro con el atleta como «normal», sin querer entrar en detalles.

FIESTA JAMAICANA EN RÍO / La fiesta del jamaicano tras sus éxitos olímpicos debió de ser sonada, a juzgar por todas las informaciones que han trascendido al respecto. Tras apoyar a Brasil en Maracaná, el atleta jamaicano se presentó en una conocida discoteca de Barra de Tijuca, próxima a la villa olímpica. Usain Bolt, según el diario brasileño O Globo, rechazó pasar a la zona reservada para la familia olímpica y compartió con los cientos de jóvenes que abarrotaban el local.

El jamaicano cantó hip hop, actuó como disyóquey y se lanzó a un explosivo baile con una joven que provocó el delirio de sus admiradoras.

Pero Bolt no fue el único en apurar la noche carioca tras terminar sus competiciones olímpicas. La Casa de Francia, en el barrio de la Lagoa, fue una de las más frecuentadas, dado que por las noches se convierte en una discoteca. De allí salieron precisamente Ryan Lochte y otros nadadores estadounidenses envueltos en la vergonzante invención de un asalto que nunca existió y que pretendía tapar una noche de excesos.

Ajeno a las celebraciones lúbricas de Usain Bolt, el príncipe Enrique de Inglaterra no quiso dejar pasar la ocasión para felicitarle por su 30º aniversario y colgó un tuit en el que le reta a una nueva carrera, después de la visita que le hizo a Jamaica en el año 2012 y que culminó con un simulacro de esprint entre ambos. El Relámpago fue rápido en contestarle: «Hagámoslo. Respeto por los deseos de cumpleaños».