Algo nerviosa, Paula Echevarría presentó ayer en Madrid su nuevo perfume, Sensuelle, ante un pelotón de periodistas, medios gráficos y hasta la cámara de Espejo público que conectó en directo y que esperaban que la actriz confirmara o desmintiera su separación con el cantante David Bustamante. Tras posar en el photocall, la actriz se enfrentó a las preguntas echando balones fuera solo 48 horas después de que la noticia de su separación saltará a la palestra. «Estoy nerviosa porque, aunque estoy acostumbrada a las cámaras, esto impone, vaya revuelo», dijo.

«Pasan cosas en mi vida y en mi casa, como en todas», dijo. Y ante la insistencia, aseguró: «El día que pase algo de eso, os enteraréis». Preguntada al respecto por la manera en la que lo harían, Echevarría dijo: «En la calle, con los reporteros que me siguen», dejando claro que el todavía matrimonio no tiene previsto hacer ningún tipo de exclusiva.

«Ahora no voy a entrar, de verdad», repitió sin cesar. «Ni yo me voy a pronunciar, ni él lo va a hacer. Agradezco el cariño con que se me trata, pero es que no voy a comentar nada de lo que se está diciendo. Mientras que David y yo no hablemos… El tiempo dirá. David y yo nos queremos muchísimo», reiteró la actriz asturiana, de 39 años.

Sobre las imágenes de Bustamante, de 35, entrando en la casa familiar el martes, comentó: «Es su casa, nuestra casa, no solo mi casa. Por lo que es normal que esté allí».

Echevarría puso cara de póquer cuando le hablaron de divorcio. «No sé de dónde sale y tampoco voy a decir qué es cierto y qué no de lo que se ha publicado. Sabéis que no suelo mentir y que cuando ha habido crisis yo no he dicho nada y ha pasado el tiempo».

La protagonista de Velvet pidió finalmente respeto. «He tenido que ver cómo me relacionan con mi maquillador, que es amigo mío desde hace muchos años. Y por favor, hay una niña pequeña de por medio y os pido respeto», refiriéndose a su hija Daniela, de 8 años.

Tras enfrentarse al que ha sido sin duda el acto publicitario más tenso en su carrera hasta ahora, Echevarría, que ayer acaparó con su separación todas las portadas de la prensa rosa (¡Hola!, Semana, Lecturas, Diez Minutos), tuvo que abandonar el acto, en el hotel Gran Melià, sobrepasada por la emoción, y con lágrimas.

Los rumores acerca de su separación tras 10 años juntos, que han sido confirmada por amigos cercanos de la que fuera una de las parejas idílicas, saltaron el lunes pasado y hasta entristecieron al expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla, que estuvo en la boda de la pareja, y así lo hizo constar en un tweet. Bustamante tampoco ha dicho nada estos días.

Tras pasar unos días con su familia en San Vicente de la Barquera volvió el pasado martes a Madrid y se le pudo ver en un coche todoterreno entrando a la vivienda que compartió con la actriz hasta hace unos meses tras recoger a su hija del colegio.

BODA POR TODO LO ALTO

El cantante cántabro y la actriz asturiana contrajeron matrimonio en julio de 2006 en la basílica de Covadonga, en una ceremonia en la que no faltaron las gaitas. Se conocieron en Lanzarote y mantuvieron un noviazgo de nueve meses antes de darse el sí quiero.