Vamos a potenciar y a apostar más por la cantera". Es el clásico discurso de cualquier nuevo presidente que toma posesión de su cargo en un club de fútbol, una película de la que ya están hartos los aficionados. Con el paso de los meses, los intermediarios y las comisiones lastran en cualquier conjunto el valor que pueda tener la base en un primer equipo. Pocos son los casos en los que la directiva predica con el ejemplo. En España está el Athletic, por supuesto; el Barcelona, como toda la vida; y el Villarreal.

El Submarino es un club único en su especie, una mezcla de entidad modesta pero ambiciosa que está fraguando parte de su éxito en una fuerte inversión en su fútbol base, que se prolonga por más de una década, y la cual se está traduciendo en excelentes resultados en forma de jugadores.

RED DE FUTBOLISTAS

Con el paso de los años, los Héctor Font, César Arzo, Pere Martí, Santi Cazorla y compañía han ido surgiendo, creciendo y alargando la extensa red de buenos jugadores que o bien son válidos para el primer equipo groguet o, en su defecto, están perfectamente capacitados para brillar en conjuntos de zona media en Primera.

Gracias a la inversión que se ha realizado en las categorías inferiores, a la Ciudad Deportiva y al infatigable trabajo de Llaneza, Roig Negueroles, Juan Carlos Garrido y compañía, se puede decir, sin miedo a equivocarse, que el Submarino no tiene nada que envidiar a ningún club de Europa en este apartado. El ascenso del filial a Segunda A y la hornada de futbolistas que se ha puesto este verano al servicio de Ernesto Valverde lo confirman.

Su novedosa política de formación y desarrollo, en la que se han ideado fórmulas de cesiones pagando menos por partidos jugados, traspasos con opciones de compra muy económicos y otra serie de operaciones han servido para que futbolistas como Santi Cazorla, Jonathan Pereira y David Fuster hayan salido del club para crecer y luego ser repescados para triunfar de amarillo.

Junto a ellos está Bruno Soriano, un fijo en el equipo, y otros que no han tenido la misma fortuna, pero que serán rivales del Submarino en Primera. Font, Arzo y Marcos, en el Valladolid, y Jordi Pablo y Pere Martí (Málaga) son cinco ejemplos claros. Y por detrás vienen pegando fuerte los Matilla, Gullón, Juan Carlos, Joan Oriol... que son la viva imagen del baby-boom amarillo.