Menéndez Pelayo escribió que “si Cervantes no hubiera existido, la Celestina ocuparía el primer lugar entre las obras de imaginación compuestas en España”. La obra de Fernando de Rojas, del que poco se sabe --o se sabe con cierta duda--, marca una ruptura con los textos escritos hasta ese momento. Rojas representa las dos esferas sociales del país, las aúna en una misma obra.

Hasta la fecha, los señores representaban los elementos trágicos y elevados moralmente, mientras que los criados protagonizaban la comedia, el comportamiento chusco y zafio. El autor de ‘La Celestina’ los funde hasta el punto de no saber diferenciar dónde reside la acción trágica y la cómica. El amor ciego de Calisto por Melibea, los dimes y diretes de Sempronio y Pármeno, Elicia y Areusa... Todo en esta obra, como afirman múltiples especialistas, retrata de forma magistral la vida urbana en el renacimiento español. Y de entre todos sus personajes, cómo no, destaca la alcahueta, esa figura pintoresca y vívida, hedonista, avara y vital, la Celestina. Ella conoce a fondo la psicología del resto de los personajes, haciendo que incluso los reticentes con sus planes cedan a ellos; es, sin duda, el personaje más sugestivo de la obra y la protagonista indiscutible, aunque el tema se centre más en el amor y la pasión de Calisto y Melibea. Y para interpretar a tal mujer sobre el escenario, se necesita mucho temperamento y gracia, algo de lo que Charo López puede presumir hasta el punto de dejar a más de uno boquiabierto.

representación

Este clásico de nuestra literatura revive en la piel de la genial actriz de la mano del dramaturgo Álvaro Tato y el director Yayo Cáceres, de la compañía Ron Lalá, gracias a la obra ‘Ojos de agua’. Para Charo López, “la Celestina es una mujer que vive al libre de ataduras con el mundo, en absoluta libertad, que se inventa sus propias leyes y no pertenece a nadie”.

En esta versión, la “mítica hechicera”, escondida en un monasterio, rompe su voto de silencio para recordar los amores de Calisto y Melibea y los tejemanejes de los criados Sempronio y Pármeno, de los que ha logrado, en este texto, escapar con vida. Así, ‘Ojos de agua’ reúne los pasajes más inolvidables de esta obra inmortal y López ofrece un soberbio monólogo sobre el tiempo --disfrutado y perdido--, el sexo --como placer y arma--, la belleza --como regalo y condena--, la alegría de vivir, a pesar de todo... La Celestina es el poder femenino en la sombra, y también la víctima de su propia astucia. Nos hace reír, llorar, soñar... El próximo 14 de febrero, a las 20.30 horas, en el Auditori Municipal de Vila-real la actriz salmantina encarnará a esta “bruja” que cuestiona nuestra convenciones, la vieja que se rejuvenece, la maestra que aprende de sus errores. Charo López dará vida a un personaje universal. H