Año 2012. Esa fue la última vez que tuvimos ocasión de observar con detenimiento la obra del artista alicantino Antonio Alcaraz. Fue en la galería Cànem, buque insignia del arte contemporáneo en Castellón. Ahora, dos años más tarde, volvemos a disfrutar con esa particular forma de enhebrar pintura, fotografía, grabado, litografía e incluso escultura, incorporando estructures metálicas, en un mismo espacio.

El Museu de Belles Arts de Castelló alberga desde el pasado 29 de octubre su proyecto ‘Espais industrials. Patrimoni de futur’. Si en ‘Carbó i acer, poètica d’una memòria’, la muestra que se exhibió en Cànem, Alcaraz contrastaba dos mundos opuestos, el industrial y el literario resaltando, como dijo la crítica de arte Irene Gras, “la huella de lo que fueron señales de poder, como bien podemos observar en las fábricas industriales -hoy abandonas o desmanteladas en su mayoría-”, en esta ocasión realiza más bien un trabajo de investigación para poner en valor el patrimonio industrial de la Comunitat, su parte estética.

Alcaraz ha trabajado durante estos dos últimos años en este proyecto, recabando información, sumergiéndose en esa orografía, esa arquitectura fabril. El artista ha tenido la oportunidad de conocer espacios diversos, además de adentrarse en fábricas o naves a las que difícilmente hubiera tenido acceso. Todo ello para alcanzar dos objetivos. Por una parte, y como ya remarcábamos, preservar el patrimonio que realiza la dirección general de Cultura y, por otro, su divulgación a través de la estructura del Consorci de Museus.

La obras de Antonio Alcaraz son estilística y técnicamente bien diferentes. Todas sus obras constituyen una mirada clara, pero manipulada, de lo que entendemos por patrimonio industrial. A partir de una fotografía, que luego manipula plásticamente para ofrecer una imagen renovada, elabora todas y cada una de sus piezas. Asimismo, cabe destacar que Antonio Alcaraz pone el acento en los restos físicos que han quedado de las actividades productivas de los sectores industriales: los destinados a la explotación de recursos naturales, a la producción de energía, industria química y bienes manufacturados, así como los referidos a transporte y a los bienes y servicios públicos.

DISPOSICIÓN

‘Espais Industrials. Patrimoni de Futur’ se divide en cuatro bloques: Infraestructuras portuarias y ferroviarias, conjuntos industriales, elementos industriales y naves industrials. En la exposición se muestran obras a cerca de edificios como las grúas y el faro del puerto de Valencia, los Tinglados fruteros del puerto de Gandia, la Colonia Agrícola de Santa Eulalia de Sax y Villena, el Conjunto Industrial del Molinar de Alcoy, el Horno Alto nº 2 de Sagunto, el Puente de las Siete Lunas de Alcoy, el Puente sobre el Quisi en Benissa, la Estación de Ferrocarril de Carlet, la Papelera del Mijares de Burriana, la Nave industrial de la Cross de Valencia, la Tabacalera de Alicante y también depósitos y salinas.

Se trata de 16 obras que ofrecen un legado imprescindible para entender el pasado del patrimonio industrial y reflexionar sobre su futuro. Asimismo, el Consorci de Museus pretende, también, mostrar su apoyo al arte contemporáneo a través de la figura de uno de los artistas valencianos más polifacéticos como es Antonio Alcaraz.

La presente muestra, que retrata de un modo singular la imagen imponente de materiales duraderos y la historia industrial que encierran los mismos, se podrá visitar hasta el próximo 6 de enero del 2015. H