Poeta y narrador, autor de una brillante producción prosística que se desenvuelve con idéntica fluidez por los senderos de la narración breve y la novela extensa, José Luis Aguirre está considerado como una de las voces más representativas de la narrativa levantina --escrita en lengua castellana-- de la segunda mitad del siglo XX. Además, su innata vocación humanística le sitúa, tanto por sus labores docentes como por sus trabajos de crítica e investigación, entre los intelectuales más destacados de su ámbito geocultural.

José Luis Aguirre ha aportado a la historiografía literaria española de la segunda mitad del siglo XX, como bien remarca Amparo Ayora del Olmo, autora de ‘La obra literaria de José Luis Aguirre’ (Servei de Publicacions de la Universitat Jaume I), “su particular visión del mundo y del hombre mediterráneo, de sus paisajes, rurales y urbanos, incorporándose a las líneas de las corrientes contemporáneas del resto de la producción literaria nacional”. Así, observamos cómo en ‘Pequeña vida’ y ‘Las raíces’ se adhiere al ‘Realismo social’. Estas dos obras, junto a ‘Los solitarios’ --novela de aventuras y viajes que se asemejan al estilo de Pío Baroja--, recuerdan también al ‘Existencialismo’. Aguirre también abordó la literatura del absurdo con ‘Carrule’, ‘La risa y el llanto’; o el ‘Experimentalismo’ con ‘Los jardines de Artemisa’ --probablemente una de sus mejores obras-- y ‘La excursión’. El monólogo interior lo desarrolló de forma notable en ‘Una canción desesperada’.

Alentado por su inclinación hacia el conocimiento de las disciplinas humanísticas, el joven José Luis Aguirre Sirera cursó estudios superiores de Filosofía y Letras y, posteriormente, obtuvo un doctorado en Historia. Consagrado, a partir de entonces, al ejercicio de la docencia como principal actividad profesional, ganó una plaza de catedrático de Literatura en el Instituto Femenino de Castellón, donde fijó su residencia. Poco después, obtuvo una plaza de catedrático de Escuela Universitaria, cargo que luego dejó en excedencia para dedicarse de lleno al cultivo de la creación literaria. Fue director/fundador del Colegio Universitario de Castellón.

En su faceta de escritor, Aguirre irrumpió en el panorama de la narrativa española de mediados de los años cincuenta con la novela titulada ‘Pequeña vida’, a la que, un par de años más tarde, vino a sumarse una segunda entrega narrativa que, bajo el título de ‘Las raíces’, se alzó con el Premio Valencia de Literatura en su modalidad de novela y satisfizo las expectativas creadas por su opera prima entre críticos y lectores. Después de casi veinte años de silencio creativo, volvió a los anaqueles de las librerías con ‘Los solitarios’, y publicada el mismo año en que su novela corta ‘La risa y el llanto’ resultó galardonada con el Premio Armengot. Columnista de ‘Mediterráneo’ durante un largo periodo, Aguirre nos ha legado su obra y saber. H