En Cartas desde un viaje imaginario, Lea Goldberg escribía que “el mundo ha sido y será siempre el tema de un mismo poema”. Dicho poema versa, en mi opinión, sobre el paso del tiempo, la naturaleza y el amor, vida y muerte. Leer a Goldberg es posible gracias a Pre-Textos, un sello de culto que siempre ha perseguido la excelencia. Hablamos con Manuel Borrás, quien junto a Manuel Ramírez y Silvia Pratdesaba, es el responsable de esta editorial, con sede en Valencia, que siempre se ha arriesgado, que nunca ha sucumbido a la moda y sigue sorprendiendo a propios y extraños.

--Vocación. Quizá uno de los términos que mejor definan a Pre-Textos. Vocación y compromiso por la literatura. Desde 1976 habéis publicado ya más de 1.500 títulos. ¿Cómo es posible mantener el rigor y, sobre todo, el gusto por la edición después de tanto tiempo? ¿Qué persigue Pre-Textos?

-El rigor y el gusto se mantienen siempre que se ame una profesión. Nosotros, Silvia Pratdesaba, Manuel Ramírez y yo, somos tres apasionados de la edición y quizá nuestro trabajo gustoso sea el que haya contribuido a que hayamos hecho las cosas como las hemos hecho.

Yo siempre he perseguido editar aquello que no logro olvidar. Me explico. Si un libro me ha hecho mejor, ¿por qué no va a ser susceptible de hacer mejor a otros individuos? Es por eso por lo que sometemos nuestro trabajo a la intemperie de los otros, nuestros próximos, los lectores. En fin, y aunque suene un poco grandilocuente, lo que perseguimos es hacer, dentro de nuestras posibilidades, mejores ciudadanos, personas que disfruten aprendiendo o ¿acaso la lectura no es una de los mejores vías para adquirir conocimientos?

--Narrativa contemporánea, clásicos, ensayos, poesía… Vuestras colecciones han ido aumentando con el paso de los años, conformando un panorama literario extraordinario, de gran riqueza. ¿Cuánto hay de explorador e investigador en un editor? ¿Es realmente un oficio raro como suele decirse?

-En un editor literario, como creo que es nuestro caso, hay tanto de explorador e investigador como diría que de detective. Podría referir cantidad de anécdotas que ilustrarían esta última afirmación, pero me parece que no es el momento. Huelga decir que esa triple dimensión, que también conforma a un editor que se precie, es lo que hace nuestra labor tres veces apasionante.

--El listado de autores que ha publicado Pre-Textos es impresionante. Pessoa, Baudelaire, Conrad, Derrida, Kipling, Pavese, Rilke, Chesterton, Willa Cather, Eça de Queirós, Balzac, Hoffmann, Hofmannsthal… Los nombres le dejan a uno maravillado. ¿Es consciente del importante papel de Pre-Textos en el desarrollo y enriquecimiento intelectual y cultural del público lector? Es un auténtico tesoro.

-Creo que alguna conciencia tenemos. Para nosotros el lector es sagrado. El lector, el lector de verdad, no el circunstancial, es el mejor crítico al que puede enfrentarse un editor. Al lector no puede dársele gato por liebre, y eso nos obliga a mantener siempre muy alto el listón en la aplicación de nuestro criterio de excelencia. A los lectores se los engaña una vez, no dos. Ellos son para nosotros, junto a los libros que editamos, nuestro mayor tesoro.

--No dejan de asegurar que cada día se lee menos, que el papel morirá pronto, que el mercado editorial se va a pique. Sin embargo, siguen apareciendo nuevos sellos y se sigue publicando en papel. ¿Cuánto cree que durará este discurso catastrofista que proclama la muerte lenta del libro como lo conocemos a día de hoy? ¿Qué opina al respecto?

-Ese discurso durará mientras persista tanto intrusismo como hay hoy en día y hubo ayer en nuestro medio. Es verdad que en el mundo del libro hay motivos sobrados, sobre todo en España, para el lamento, pero el que sólo ve eso y lo destaca es cuando menos un irresponsable y alguien que no cree en absoluto en el libro.

Antes, los libros se quemaban en grandes piras; ahora, como eso resulta poco estético, se trata de sustituirlos por cualquier fruslería. No hay que olvidar que el pesimismo es uno de los males de nuestra patria. Cuesta más soslayar una crisis con pesimismo y poca cultura que con optimismo y cultura, pero...

--Mario Bellatín afirma que: “Querer vender la literatura se justifica, pero escribir con el objetivo de comercializarla es un grave error”. El mexicano diferencia dos tipos de autores: el escritor comprometido y el escritor necesitado. En el caso del editor pasaría algo semejante, el que edita porque cree en el libro que tiene en sus manos, y el que edita cualquier cosa carente de interés pero que enmascara para lograr beneficios. Creo necesario evitar banalizar la literatura. ¿Honestidad ante todo, no?

-Honestidad antes que nada. Algo que yo reclamaría a editores, autores, lectores, críticos, gestores culturales, medios, etcétera. Sí, honestidad ante todo.

--Que Pre-Textos naciera en Valencia parece cuando menos extraño, más teniendo en cuenta el binomio Madrid-Barcelona, esa visión centro-periferia, y también la actualidad político-social de los últimos 20 años en la zona de Levante. ¿Cuestión de carácter?

-Resulta muy extraño y más en un país tan provinciano como el nuestro. La evidencia la tienes en la relación amor-odio que se dispensan Barcelona y Madrid. Barcelona detesta a Madrid, pero la envidia. Madrid odia a Barcelona, pero la imita. Tirios y troyanos son unos verdaderos catetos. En fin, no hay quien se aclare con ellos. Suma a eso el carácter corporativista de España y esbozas el dibujo perfecto: los periféricos sólo interesamos muy puntualmente y, desde luego, nada en momentos turbulentos como los que vivimos. Cualquier nadería se pondera en prensa antes, por ejemplo, que libros de verdadera envergadura, esos que suponen un acontecimiento editorial en sí mismos y que no se pasarían por alto en ningún país de nuestro entorno. Me saca de quicio ver que libros maravillosos, propios y también ajenos, son simplemente ignorados por la mal llamada prensa especializada. Reina una evidente y galopante mediocridad ambiente, lo que nos pasma tanto a nosotros como a muchos observadores de otros países cuando analizan la situación cultural del nuestro. Y eso, al menos, a mí me duele. Es decir, me duele España.

--Castellón será sede del Encuentro Nacional de Editoriales Independientes (ENDEI) a finales de marzo. Sorprendente y necesario, pues a pesar de lo que muchos creen, esta tierra es fértil a nivel literario. ¿Cuál será el papel de Pre-Textos en esta cita? ¿Qué esperan de ella?

-Pre-Textos tratará de hacer lo que siempre ha hecho cuando ha sido convocada a esta suerte de eventos: intentará hacer partícipes a nuestros colegas de toda nuestra experiencia, por si acaso pudiese serles de utilidad y, cómo no, clamar una vez más porque se imponga la causa de la literatura antes que la del espectáculo en nuestro medio. Ir de copas con los colegas anima, educa también, pero si limitamos a eso nuestra labor, ¿cuándo tendremos tiempo para leer y para fijar jerarquías?

De este encuentro, esperamos proyectar y que nos proyecten más luz sobre el arduo camino que nos queda a todos por transitar, un camino lleno de cantos de sirenas, mendacidades y trampas, como la pamema, ya casi olvidada, de que el libro electrónico iba a arrasar con casi cinco siglos de cultura, cultura que, por cierto, no ha dado hasta la fecha tan malos resultados.