Abelardo no pudo contener la emoción en la rueda de prensa en la que se despidió del Sporting de Gijón y de toda la afición tras dimitir como entrenador del club de su vida. "No lloro por dejar de ser entrenador sino por el cariño que tengo al Sporting", dijo con lágrimas en los ojos.

El ya exentrenador del conjunto gijonés afirmó que no piensa cobrar nada -cuatro millones de euros- de lo que le quedaba de contrato por el afecto que le tiene al equipo. "Amo tanto al Sporting como para perdonar el dinero al club. Para mí el dinero no es lo más importante. Lo es mi sportinguismo y mis valores. Siempre he pensado en el Sporting antes que en mi", no dudó en afirmar.

BALANCE POSITIVO

Abelardo se va contento de lo que ha conseguido en su etapa como entrenador del equipo asturiano. "Hicimos dos temporadas envidiables con una desventaja enorme respecto a otros equipos porque no podíamos fichar", dijo orgulloso. Tampoco se quedó para él los motivos que le motivaron a dejar el equipo de su vida. "Veía que el equipo no transmitía lo que yo quería. Por eso habé con Carlos(Carlos Barcia, director del área corporativa del club) para que viniera otra persona y ayudara a lograr la salvación", admitió Abelardo.

El entrenador piensa que su futura seguirá estando en los banquillos pero aseguró que se quiere tomar un tiempo. "Necesito descansar, mi familia se lo merece. Ahora toca descansar". Tampoco desperdició la ocasión de agradecerle a los medios su paciencia. "Gracias a la prensa por vuestro trato, por lo que me habéis aguantado, por mi mala leche y vuestro buen humor".