vence pero no acaba de convencer este Villarreal, que no logra jugar con despreocupación de unos marcadores siempre fronterizos, amenazado más por el resultado y la ansiedad que por sus rivales. Son las cosas de llevar colgado el cartel de favorito. Ayer regaron el campo con sudor, pero echaron de menos el talento.

sigue buscando el equilibrio que le facilite imponer su estilo de juego definido. Al tocar y tocar, peca de excesiva lentitud y lateralización del juego. Si aumenta el ritmo de la circulación acusa precipitación y sus futbolistas no hallan la precisión adecuada.

LA ALINEACIóN de Julio Velázquez era tan experimental como obligada. El punto de partida en la disposición táctica era un 1-4-3-3, y los apuntes iniciales no fueron malos ya que los laterales pare-cían tener más protagonismo del habitual en la fase ofensiva, pero fue en algunas jugadas sueltas, porque siempre atacó a tirones.

LA MAYOR parte del juego se desarrolló en el sector central porque hubo fases en las que el Villarreal mostró tendencia a acumular demasiados hombres en el frente del ataque, con lo que el dibujo se hacía muy largo al estar demasiado separadas las líneas de pase. El fútbol que producía no conseguía integrar a los delanteros.

EL CóRDOBA se sentía cómodo con el escenario, y se agarraba a su mayor densidad de hombres en la zona central y al efectivo achique de espacios. De su ataque no había noticias porque el Submarino se mostraba sólido atrás y, sin jugar bien, Cavenagui tuvo dos ocasiones, una de ellas clamorosa, y acabó fallándolas.

LAS ACCIONES más destacables corrían a cargo de Cani y Her-nán. El maño se vació, asumió responsabilidades, suyos fueron los mejores pases, y también los menos buenos. El paraguayo empezó muchas cosas, y no acababa ninguna. Desequilibró en un montón de ocasiones, pero se enredaba en el momento decisivo de la jugada.

TODO el segundo acto fue más peleado y embarullado. De salida, el Villarreal fue más agresivo en la presión y buscó muy arriba al rival, pero las expulsiones le pasaron mayor factura porque el Córdoba apenas tuvo que modificar el dibujo. Pasó a un lógico 1-4-4-1 en tanto que Velázquez movió y removió sus piezas buscando soluciones que no acaban de llegar.

LOS VERDIBLANCOS no dieron un paso adelante, y tal vez el empate les pareció un buen negocio. Hacían posesiones largas pero en zonas intrascendentes. Ninguno de los dos oponentes estaba es- pecialmente lúcido en tres cuartos de campo, así que el resultado estaba abocado a una genialidad o un error, y este lo acabó cometiendo Alberto.

CUANDO el virus de la ineficacia parecía haberse apoderado del encuentro. Hernán Pérez y Uche, poco matrimoniados con el gol, solventaron una papeleta difícil de resolver a esas alturas. Se había fallado lo fácil, a veces se había rematado de cualquier forma y desde cualquier parte, y al final los goles llegaron en jugadas insospechadas.

ASí QUE hay que destacar el resultado, la clasificación, el buen ha- cer defensivo y la voluntad y dinamismo de Jaume Costa, juegue de lo que juegue, pero hay que seguir insistiendo en mejorar cuando se tiene el balón, aunque ayer hubiera alguna coartada ante la falta de hombres de buen manejo. El que le da buen uso es el que manda en el terreno de juego. H