Alrededor de un centenar de aficionados del Castellón se desplazaron desde Castalia hasta Figueroles, localidad de la que es natural Fernando Miralles, para protestar en contra de la gestión del que ha sido gestor de la entidad desde mediados de agosto. Entre ellos, los jugadores del Castellón, pese a que apenas minutos antes, por boca de su capitán Aarón, habían reflejado que no creían oportuno el acudir. Sin embargo, una amplia representación de la plantilla sí que estuvo en esta singular y poco convencional concentración.

SOSIEGO ALTERADO // Las habitualmente tranquilas calles de la localidad de l’Alcalatèn se transformaron en agitación. La sosegada población ya había amanecido con pintadas en contra de Miralles, en los accesos a la población. Por la tarde, futbolistas y seguidores se apostaron frente al número 29 de la calle San Blas, lugar del domicilio particular del todavía propietario del Castellón, en la que con pancartas y cánticos censuraron su labor de estos alrededor de cinco meses, si bien ni Miralles ni ninguno de sus familiares se encontraban en su interior.

Luego, la manifestación dio una vuelta por las calles principales del pueblo, antes de que la concentración tocara a su fin y Figueroles, aún con la extrañeza de sus conciudadanos, recobrase su habitual ambiente. H