El partido entre Catí y Càlig tuvo un desenlace desagradable, y es que el árbitro se vio obligado a suspenderlo en el minuto 72, cuando el encargado de material del conjunto visitante saltó al campo y le agredió. En ese momento el choque transcurría con un resultado de 3-1, los locales mandaban y jugaban con 10, mientras que los visitantes lo hacían con ocho futbolistas.

Tal y como refleja el colegiado Esteban Barco en el acta, en el minuto 71 el duelo tuvo que detenerse “debido a que el Càlig (tanto dirigentes, cuerpo técnico y jugadores) renunciaba a seguir jugando”. Acto seguido, el colegiado decidía suspender el partido “debido a que el encargado de material del Cálig, José Antonio Ortiz, me agredió varias veces intimidándome. Por lo que me vi indispuesto a continuar”.

Ortiz, según reza el escrito, golpeó en el pecho al trencilla, le agarró del brazo, le pellizcó y le golpeó en la cabeza con la mano abierta. El entrenador visitante también fue expulsado antes por protestar a Esteban Barco. H