La derrota ayer de la Real Sociedad ante el Almería deja muy tocado al entrenador del equipo donostiarra, Jagoba Arrasate. Tras un corto paréntesis de poco más de 20 días, el técnico de Berriatua (Vizcaya) vuelve a estar cuestionado por la afición realista, que, descontenta con el juego de los blanquiazules, silbó a estos durante gran parte del segundo tiempo. Aunque no hace tanto, a la conclusión de la pasada temporada, que el consejo de administración donostiarra amplió dos años más el contrato del míster, no son pocas las voces en San Sebastián que llevan semanas pidiendo un cambio de inquilino en el banquillo de la Real.

Después del balsámico triunfo contra el Madrid y el empate en Balaídos, llegaba el Almería, que nunca había ganado en San Sebastián y que no conocía la victoria esta temporada. El 1-2 final sirve al conjunto de Francisco Rodríguez -que fue expulsado minutos después de que su jugador Dubarbier viera la roja- para sumar tres valiosísimos puntos y pone de nuevo en entredicho a Arrasate. Quince minutos le duraron las pilas a una Real que comenzó muy fuerte, con Vela y Agirretexe rozando el gol, pero que vio cómo De la Bella se marcaba en propia puerta tras un centro de Dubarbier en el que también Zubikarai falló en la salida. Vela, solo ante el portero del Almería, no supo empatar justo antes del descanso y lo pagó.

La defensa txuri urdin dio muchas facilidades tras la reanudación y Mauro Santos, a la salida de un córner, lo aprovechó para marcar un casi definitivo 0-2 (m. 50). Casi porque la expulsión de Dubarbier por doble amarilla (m. 78) volvió a cambiar las tornas. Chory Castro acortó distancias (m. 84) e hizo soñar a Anoeta, que se rindió cuando la madera repelió un remate de Rubén Pardo. H