El árbitro. Si hubo un protagonista en el duelo de ayer entre Benigànim y Villarreal C fue el colegiado Rubén Iannopollo. El trencilla no señaló un más que claro penalti a favor de los amarillos en el comienzo de la segunda mitad que dejó ojipláticos hasta a los locales. La decisión del juez del partido mermó la moral del segundo filial amarillo en el segundo acto y acabó cayendo 3-1 pese a hacer todo lo posible por sacar algo positivo de su visita.

Los de Torres Gómez dominaron el primer acto y se adelantaron por medio de Raba en el 24’. El delantero culminó una gran jugada combinativa de casi todo el equipo. Sin embargo, en el 39’ llegó el empate del Benigànim. Los amarillos intentaron sacar el balón jugado en su área, lo perdieron y Olcina marcó aprovechando el rechace de una gran intervención de Quique.

Nada más empezar el segundo acto, en el 46’, Quique sacó en largo y Manu Viana se plantó solo delante del portero, le regateó hacia un lado y el meta le arrolló. Penalti y expulsión clara que sí vio el juez de línea, pero tuvo que rectificar ya que el árbitro principal lo pasó por alto. A partir de entonces el Villarreal C bajó un poco el nivel y encajó el segundo de falta directa por la escuadra en el minuto 60.

MAZAZO // Los amarillos pasaron a formar entonces con defensa de tres, fueron osados y se encomendaron a un inspirado Viana, aunque acabaron encajando el tercero. El equipo estaba volcado en ataque buscando el empate, pero un contragolpe acabó en el tercer tanto local, que cortó de cuajo todas sus esperanzas en el partido. El conjunto de Torres Gómez tuvo una actuación notable pese a caer, quedan tres jornadas y buscará acabar la temporada lo más arriba posible en la tabla. H