El colegiado murciano Sánchez Martínez se equivocó a la hora de redactar el acta del encuentro entre el Villarreal B y el Alcoyano. No en vano, el árbitro otorgó el gol de penalti marcado por el Villarreal B -el que suponía el 4-2- a Lucas Porcar, mientras que quien había marcado el tanto en realidad había sido Manu Trigueros.

En descarga del colegiado cabe destacar que el catalán Lucas Porcar iba a ser, en principio, el lanzador de la pena máxima cometida por el portero Maestro sobre Juanto, pero a petición expresa de Julio Velázquez quien pateó desde los once metros fue finalmente el toledano Manu Trigueros. Un despiste del árbitro que se queda en una mera anécdota ante la importante victoria conseguida por el filial amarillo ante un rival directo por eludir el descenso a Segunda B.