Roma es un herida que tardará en cerrarse en el vestuario del Barça. Si es que se cierra algún día. La caída en la Champions de la pasada temporada ante el equipo italiano desperdiciando un cómodo 4-1 arrancado en el Camp Nou sigue generando dolor en la plantilla azulgrana. Para Messi "es una espinita". Para Luis Suárez, su amigo del alma y cómplice del ataque, es una herida y, al mismo tiempo, un mensaje. "Me arrepiento mucho de haber jugado los 90 minutos contra el Leganés", ha comentado el delantero uruguayo en una entrevista concedida al programa 'Tu diràs' de RAC-1.

Se arrepiente Suárez porque esa obsesión de querer jugar todos los partidos (y todos los minutos) le acabó pasando factura en la noche del Olímpico romano. "Jugué aca en casa teniendo muchos puntos de ventaja y en tres días teníamos la final de Roma", ha admitido Suárez. Una final que el Barça perdió de mala manera (3-0), sin capacidad de respuesta echando a la basura una gran ventaja y ensuciando la temporada, que luego se cerró con el doblete: Liga y Copa.

"REGULAR MÁS PLANTILLA"

"Llegas un poco desgastado y uno tiene que se consciente, al igual de que el entrenador, de que esos detalles no pueden pasar esta temporada", ha reclamado el 'nueve' del Barcelona. "Eso ayudará a regular más la plantilla este año", ha subrayado.