El regreso del CD Castellón a Segunda División B, dejando en siete años la condena en Tercera, pasa por superar al Portugalete en la eliminatoria final. La ida será este fin de semana (puede que sábado por la tarde o domingo por la mañana, por las fiestas de San Antonio) en el País Vasco y la vuelta, un día tan mágico como el 24 de junio en Castalia.

Así lo decidió ayer la suerte del tercer sorteo, al que los albinegros llegan de forma agónica, tras dejar en la cuneta al Sant Andreu como consecuencia de dos empates (0-0 en casa y 1-1 en el Narcís Sala), en un duelo a cara de perro en el que pasó de todo. Después de salir indemne, los albinegros, fortalecidos, encajaron el rival con satisfacción. Porque aún sin disponer de un análisis profundo, entienden que el Portugalete no será más duro que los quatribarrats... y porque resolver el ascenso en Castalia es el sueño de cualquier orellut.

El Castellón se ha sacado un peso de encima, así que afrontaban el último sorteo con mayor confianza que el anterior. Existía la posibilidad de que fuera un tercero, pero a la postre su bola salió la antepenúltima, justo detrás de la del Portugalete, conformando el penúltimo emparejamiento.

Futbolistas y técnicos, presenciando de nuevo juntos lo que acontecía en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, encajaron con sonrisas el desenlace, habiendo evitado a conjuntos poco deseados, como el Ibiza-Eivissa o el matagigantes Socuéllamos de Manu Calleja o David Guinot. De paso, habían evitado también a un filial, como el del Almería.

TÍPICAMENTE VASCO // De entrada, poca información sobre el Portu. Las primeras pinceladas las daba Iván Sales, que jugó en el Amorebieta (equipo también vizcaíno), donde coincidió con Carlos Docando, entrenador de los gualdinegros desde octubre. El grauero confirmaba el perfil típicamente vasco de un equipo poblado de centímetros que explota sus virtudes a balón parado por encima de un fútbol más elaborado.

Estadísticamente, los números del Portugalete son muy similares a los del Sant Andreu. Segundo del grupo IV con 71 puntos (fruto de 21 victorias, 8 empates y 9 derrotas), ha marcado 63 goles (17 de su máximo realizador, Gabri Ortega) y recibido 29. Los vascos no pierden desde el 10 de marzo (1-0 contra el Deusto): 13 encuentros, contando los de las dos rondas que ha pasado para llegar a la final, en las que ha apeado al Llanes (0-0 en Asturias y 3-0 en Euskadi) y al Plasencia (1-2 en Extremadura y 1-1 en casa).

EL DESPLAZAMIENTO // El hecho de que la ida sea fuera y la distancia (unos 1.200 kilómetros en total) no garantiza una presencia de aficionados albinegras tan masiva como la del Narcís Sala. Los que se animen, se encontrarán en un campo de césped natural, La Florida, con capacidad para 5.000 espectadores que el pasado fin de semana, en la resolución de la eliminatoria contra el Plasencia, apenas congregó a 1.300. Sergi Escobar y sus jugadores agradecerán que sea de hierba natural en buen estado, aunque no demasiado grande: 104 metros de largo y solo 64 metros de ancho (Castalia mide 70).

Apuntar que el Portugalete apenas cuenta con dos apariciones en Segunda B (2005/2006 y 2014/2015), cumpliendo su 29ª presencia en Tercera División.

ALTAS Y BAJAS // El Portugalete cuenta con la ausencia del delantero David Infante (lesionado), pero recupera después de cumplir sanción a Jon Moya.

El Castellón está a expensas de la evolución de Kike Ferreres, que no estuvo sobre el césped del Narcís Sala por arrastrar un problema muscular de la ida contra el Sant Andreu. Eso sí, Luismi Ruiz y William Domingues (ya dados de baja federativa) tendrán que contentarse con ver la eliminatoria desde la grada.