Los atletas kenianos tienen unos dotes y unos genes especiales que los impulsan a convertirse en las grandes figuras mundiales en todo tipo de pruebas de fondo: 10.000 metros, medio maratón y, por supuesto, la prueba reina, el maratón. Junto a los etíopes son los más veloces de África, lo que se traduce como del todo planeta, en estas distancias.

Las imágenes son magníficas y demuestran que ya de niños los kenianos están dotados de una fuerza vital, tal como demuestra el chaval que trata y hasta consigue durante unos instantes correr al ritmo de las figuras de su país. Sin duda, una estrella para el futuro. Ahora solo hace falta descubrir su nombre.