El Camp Nou marca este domingo un día clave por la Liga, dominada por el Barcelona y discutida por el Atlético, separados por cinco puntos y enfrentados los dos en un duelo enorme y apasionante, con Lionel Messi y Antoine Griezmann al frente de las ambiciones de sus equipos.

Un choque de indiscutible transcendencia, mayor para el conjunto rojiblanco, el perseguidor, que para el azulgrana, el líder invicto, consciente de que una victoria sentencia la Liga, pero avisado de que una derrota reabre un campeonato que parecía suyo no hace mucho, cuanto tenía once puntos de renta.

De eso hace ya seis partidos, en las que paso a paso ha ido bajando su ventaja por sus empates propios y por las victorias del Atlético, que nunca ha desistido, insistente en un desafío aún muy exigente, difícil, pero no tan imposible como parecía entonces. No sentía nadie tan cerca el Barça desde la decimoquinta jornada.

Duelo clave // La Liga está de nuevo en juego, aunque para el técnico azulgrana  el partido «no sea una final por la liga», comprimida ahora en cinco puntos y en dos equipos repletos de futbolistas incontestables en su once, sobre todo el Barcelona. «No hay estrategia que pueda controlarlo», admitía de este último el míster atlético Diego Simeone.

Ahora reta el liderato del Barcelona, que ha empatado tres de sus últimos cinco partidos (Espanyol, Leganés y Las Palmas) y al que no le han sentado bien las exigencias de un calendario que le ha obligado a compaginar Liga y Copa las últimas semanas.

Aun así, los catalanes sigue invictos en el campeonato y tienen una oportunidad de oro mañana de decidir media Liga en casa. Lo hará con su once de gala, con la única duda de si será Paulinho o Coutinho el cuarto hombre del centro del campo. Enfrente, el Atlético está en racha. Nunca ha desistido y ya es la única alternativa al dominio de la cima del Barcelona, pero todo pasa por su visita de hoy al Camp Nou.