En el club de la Asociación de Vecinos de Rafalafena, uno de los barrios más populares y con mayor tradición futbolística de la ciudad de Castellón, todavía no pueden creer que uno de los miembros de su unida familia, Marcos Carreira, ya no vaya a estar presente en los entrenamientos del equipo prebenjamín D, del que se hizo cargo el pasado año, el de su entrada en la entidad castellonense. La autopsia, cuyos resultados se conocieron en la tarde de este lunes, desveló que un fulminante paro cardiaco, la llamada muerte súbita, fue la causa del fallecimiento repentino de este joven gallego, natural de Lugo y de tan solo 34 años. El suceso tuvo lugar el pasado domingo, cuando Marcos se preparaba, junto con otros compañeros, en las instalaciones de Rafalafena para las pruebas del examen de entrenador de nivel 1, a las que tenía previsto presentarse durante la próxima semana.

Marcos es la última víctima de una dolencia que aparece sin avisar y que ataca a personas que, aparentemente, se encuentran sanas, como era el caso del técnico de la cantera del Rafalafena, un joven que presentaba una extraordinaria forma física, ya no solo por su faceta en el mundo del deporte, sino por la exigencia de su ocupación profesional desde hace casi 10 años, agente del Cuerpo Nacional de Policía.

Marcos Carreira, que además de dirigir a los pequeños futbolistas prebenjamines también se encargaba de la preparación de los guardametas del organigrama del Rafalafena, estaba afincado desde hacía siete años en Castellón, donde había conseguido la plaza como agente del Cuerpo Nacional de Policía —formaba parte del turno de radio-patrullas nocturnas de la comisaría de Castellón—. El malogrado técnico del Rafalafena de fútbol estaba casado y era padre de un niño.

«UN GOLPE DURÍSIMO»

A pesar de cumplir su primera temporada como técnico del organigrama de cantera del Rafalafena CF, Marcos se había ganado el aprecio tanto de los dirigentes del club, como del resto de compañeros y los padres de los pequeños futbolistas a los que inculcaba el amor y la pasión por el fútbol. «Ha sido un golpe muy duro. Todavía estamos en estado de shock», señalaba ayer uno de los directivos del Rafalafena con los que se puso en contacto Mediterráneo.

El club, tras conocer el trágico suceso, decidió suspender todas las actividades previstas durante los días de ayer -tenían programado un encuentro entre el infantil B y un combinado de jugadores alevines de la entidad que se ha trasladado al miércoles— y de hoy, además de anular la fiesta de final de temporada que debía celebrarse el próximo sábado y a la que estaban invitados directivos, técnicos, futbolistas de todas las categorías y padres.

EL COMUNICADO

«Hoy es el día más triste desde que la actual junta directiva dirige este club. Ha fallecido un compañero, un entrenador que aunque solo llevaba un año con nosotros, nos ha dejado una profunda huella», apuntó el Rafalafena CF en un comunicado oficial nada más conocer el fatal desenlace, a última hora del pasado domingo. En el club castellonense son conscientes de que costará volver a la normalidad tras el fallecimiento de Marcos Carreira, que deja un hueco difícil de cubrir.