El Barcelona falló en su visita a Las Palmas y vio reducida su ventaja a cinco puntos con su inmediato perseguidor, el Atlético de Madrid, con el que se enfrentará el domingo en un choque decisivo para clarificar el título.

El conjunto azulgrana, obligado tras la goleada rojiblanca ante el Leganés, con cuatro tantos y exhibición de Griezmann, pierde así parte de su colchón de seguridad antes del gran duelo que se disputará en el Camp Nou.

Y eso que el partido no pudo empezar mejor para el Barça. Luis Suárez tuvo la primera gran ocasión en el minuto 8, en un dos contra uno junto a Messi que salvó Chichizola, tras una mala definición de la jugada por parte del argentino. Messi avisaría posteriormente en una falta directa que permitió lucirse al meta local, pero a la segunda del astro azulgrana fue la vencida. El 10 marcó otro golazo de falta, clavando el balón en la escuadra en un estadio, el Gran Canaria, donde nunca había marcado. Sin la brillantez de otras tardes, el control del Barça era absoluto.

PROTAGONISMO ARBITRAL // La polémica comenzó en la última jugada del primer tiempo y siguió tras el descanso. Primero, Chichizola salió fuera de su área a cortar una llegada en solitario de Suárez y, tras tocar primero con el pie, el portero acabó rechazando con su mano izquierda, pero Mateu Lahoz no la consideró voluntaria, porque de ser así, debió ser expulsado. Nada más comenzar el segundo tiempo, el árbitro valenciano señaló un controvertido penalti a favor de Las Palmas por un presunto agarrón de Sergi Roberto a Aguirregaray, o una mano de Digne tras golpear el balón en el poste. Tras el desconcierto general por la decisión, Calleri convirtió la pena máxima por la escuadra. El empate a uno ya no se movería hasta el final.

Y es que el gol no terminó de despertar al Barça, que tuvo que recurrir a Coutinho y Rakitic para buscar soluciones más allá de las arrancadas de Messi, mientras Las Palmas crecía en el partido. También se incorporó Dembélé el último cuarto de hora, pero la sensación del choque era que solo una genialidad de las estrellas del Barça podía desatascar el encuentro, que acabó en tablas.