No está tan claro que la final de la Copa del Rey, que protagonizarán Barcelona y Sevilla, sea el 21 de abril, sábado. Algo más claro sí está que el escenario sea el nuevo y precioso Wanda Metropolitano (descartado el propio Camp Nou o el Ramón Sánchez Pizjuán), aunque ello supondría el aplazamiento (probablemente al 9 de mayo) del partido de Liga que deben disputar, el fin de semana del 21-22 de abril, los colchoneros y el Betis.

El Barça, que no parece tener problemas con jugar en el Metropolitano (sede de la final de la Champions del próximo año), no descarta pedir el Santiago Bernabéu, a lo que siempre se ha opuesto Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid vería con buenos ojos que la federación española se plantease cambiar la fecha de la final copera, ya que el club azulgrana considera que, en caso de clasificarse para las semifinales de la Champions (ahora se mide al Chelsea, en octavos), no tiene sentido que el conjunto de Valverde se juegue buena parte del éxito de su prometedora temporada e, incluso, la opción de lograr un nuevo triplete, en el plazo de tres días: final copera (21 de abril) e ida de la semifinal de la Champions (23 o 24 de abril).

EL LUNES, REUNIÓN // La sede y la fecha definitivas de la final de la Copa del Rey deberían quedar ya claras en la reunión que tendrá entre la entidad azulgrana, el Sevilla y la federación española.