Alfonso Bataller volvió a valorar ayer la situación del Castellón, al margen que condicionaba el apoyo del Ayuntamiento a Jesús Jiménez, ya designado como nuevo propietario del club.

Sobre Miralles, el alcalde dijo que la concejala de Deportes Begoña Carrasco, “a instancias mías, lleva un mes llamándole y no coge el teléfono”. Para Bataller, todo lo que está rodeando al club, desde el pasado verano, “es uno de los temas que más angustias me está provocando”.

“No tengo palabras para los dirigentes de los últimos cinco años”, esgrimió el primer edil. “Intentaron que pagásemos las nóminas de los jugadores, cuando esta institución no tiene una sola acción del club y cuando le hemos dado mucho dinero”, añadió. Un dinero “de los ciudadanos de Castellón” que, según Bataller, ha sido “dilapidado” tanto por parte de Miralles como de Castellnou2005.

Respecto a la entrada de Jiménez, Bataller fue rotundo: “El Ayuntamiento le apoyará si nos muestra la escritura de compraventa y la auditoría de cuentas, además de presentarnos un proyecto solvente y transparente, dependiendo de la categoría en la que milite el Castellón”.

Además, el alcalde supedita la prórroga del convenio de cesión de Castalia, que termina a la conclusión de esta temporada, a que Jiménez (o, en su defecto, quien controle la entidad) a que cumpla con las condiciones expuestas por la primera autoridad política de la ciudad. H