El alcalde, Alfonso Bataller, volvió a pronunciarse ayer sobre la delicada situación del Castellón, cuyo futuro sigue en el aire tras la incomparecencia ayer de Fernando Miralles al acto de conciliación con los jugadores y los representantes de la AFE, que hacen más cercana la huelga.

El primer edil no dudó en referirse a este hecho. “Se ha llevado a término el acto de conciliación y el presidente no ha aparecido”, espetó, al tiempo que reconoció ser una de las personas más defraudadas con Miralles, pues “vino en agosto y me dijo que iba a trabajar por y para el Castellón, que iba a subirlo a Segunda... Le creí porque era una solución para que empezara la temporada, pero ese voto de confianza le duró un mes”.

En este sentido, continuó cargando duramente contra el propietario del club, al que ve como “el mayor defraudador de la historia del Castellón”, a lo que añadió: “Empiezo a creer que Miralles es un testaferro. Al principio no lo quería decir tan claro, pero creo que detrás de él está Castellnou y eso aún me irrita más porque están haciendo uso del estadio Castalia”.

El primer edil dejó claro también que las instituciones no se van a quedar de brazos cruzados ante el actual esperpento que se está viviendo en la entidad albinegra: “Estamos estudiando emprender acciones legales en contra de los gestores del club”. “Vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance para que esta gente pague”, subrayó el alcalde, quien desveló que Miralles “no ha pasado todavía la auditoría de cuentas del Castellón”.

toda la ayuda posible // Bataller mostró todos sus deseos sobre el Castellón, indicando que quiere “un club potente otra vez y vamos a hacer lo que esté en nuestra mano”. No obstante, añadió que “es una entidad privada y es difícil una solución pública. Nosotros representamos a toda la ciudadanía de Castellón, tenemos que defender los derechos de todos”, señaló. H