Roberto Bautista no tiene límites. El tenista castellonense busca hoy el tercer título ATP de su carrera, el tercero de un 2014 mágico, donde ha dado el salto definitivo de calidad. Lo hará en la Kremlin Cup, un torneo ATP 250, tras eliminar al letón Ernests Gulbis (6-4 y 6-4). El croata Marin Cilic, quien remontó un set en contra al kazajo Mijail Kukushkin, al que finalmente se impuso por 4-6, 6-3 y 6-2; será su último escollo en Moscú.

Pase lo que pase, el castellonense, a sus 26 años, ya tiene asegurado salir de esta cita como 14º del mundo, el mejor ránking de su carrera, superando, de paso, los 2.000 puntos. Es su primera final bajo techo y sobre superficie dura, destacando por su tremenda versatilidad: en 2013, fue finalista en Chennai (pista rápida); y este año ya salió triunfador sobre la hierba de ‘s-Hertogenbosch y sobre la tierra de Stuttgart.

Gulbis le había ganado tres veces. Es más, ambos tenistas habían llevado el duelo más allá de las pistas, sobre todo el báltico, que rajó del castellonense en septiembre del 2013, al decir, simplemente, que Rober, que aspira al premio al mayor progreso del año por la ATP, no sabía jugar.

PARTIDO BAJO CONTROL // El letón, convertido en la bestia negra del castellonense, ante el que ya había hincado la rodilla este año dos veces (Indian Wells y Marsella), encontró, esta vez, una férrea oposición. Bautista controló el partido y, anulando el único punto de rotura que dispuso Gulbis durante los 82 minutos del cara a cara, aniquiló la defensa de su adversario, 13º del mundo y top 10 durante el pasado año, para vencerle con un saque directo, consiguiendo el pasaporte para la cuarta final de su carrera. H