En la fase de grupos debían dilucidar el primer puesto que daba, paradójicamente, un peor camino en las eliminatorias. Ganaron los diablos rojos con un golazo de Adnan Januzaj (0-1). Han llegado al mismo lugar. A enfrentarse por el tercer puesto, en la mal llamada final de consolación.

«Tenemos la obligación de terminar terceros por el país, el equipo y los jugadores. No tenemos la oportunidad de jugar este tipo de partidos de la Copa del Mundo todos los días. Estamos motivados», proclamó Roberto Martínez, el seleccionador de Bélgica, que ayer cumplió 45 años.

El técnico confeccionó en la cita del 28 de junio un equipo plagado de suplentes. Pero esta vez alineará «al equipo más fuerte posible en el campo», aseguró Martínez. «Tal vez haya algún cambio, porque es nuestro séptimo partido y hay cansancio», admitió el entrenador de Balaguer.

Las posibles modificaciones no se producirán en la portería, donde Roberto Martínez garantizó que Thibaut Courtois seguirá bajo los palos y que Simon Mignolet deberá esperar a otra ocasión, por lo que pueden ir más encaminadas a jugadores con una carga de minutos palpable.