Decir que el objetivo del Villarreal es luchar por la Champions puede resultar presuntuoso, pero mirar hoy la clasificación de Primera, donde el conjunto amarillo es quinto y tiene al cuarto a un solo punto, carga de razones a cualquiera. Sí, es cierto que el Madrid tiene un partido menos y que señalar a los de Zidane como un rival directo es cuanto menos atrevido. Tampoco se escapa que el Valencia, que a priori sí podría ser un adversario de la Liga del Submarino, está a nueve puntos, pero si después de 18 años en la máxima categoría, esta temporada ha sido la primera en la que se ha ganado en el Bernabéu, por qué no se puede pensar en que el equipo aprovechará la segunda vuelta para reducir distancias.

Los amarillos cuentan con argumentos de sobra como para pensar en que la machada es posible y deben aprovechar la inercia positiva que da el triunfo ante el Madrid para defenderlos en el campo. Si quieren lograrlo, eso sí, no pueden dejar escapar muchos más puntos en el Estadio de la Cerámica, donde por cierto juegan sus dos próximos encuentros ante Levante y Real Sociedad.

Los de Calleja han firmado la mejor vuelta a domicilio de toda la historia en Primera del Villarreal, con un total de 17 puntos, tres más de los que han sumado en casa en este tiempo. De hecho, las tres últimas visitas de los amarillos a campos difíciles como Mestalla, Balaídos o Bernabéu se han saldado con victoria. Nueve puntos de nueve posibles que se sumaron además ante dos de los equipos inmersos en la lucha por la Champions, lo que permite tener ventaja en el goalaverage, a falta de confirmar este punto a favor en la segunda vuelta.

Si el Submarino quiere navegar por las aguas de la máxima competición continental tiene que aprovechar este mes de enero, pues tanto Valencia como Madrid competirán en Copa, torneo en el que el Villarreal está eliminado. Dicho todo esto, tampoco se puede ni se debe dejar de mirar atrás, pues el siempre peligroso Sevilla está a dos puntos. Los amarillos optan a todo y no renuncian a nada. Hagan juego.