El CD Castellón pasó durante un cuarto de hora por los tres estados que pueden darse en el fútbol: a falta de 15 minutos para el final, tenía el partido perdido; en el minuto 78 se encontraba con un punto que no había merecido; y restando cuatro minutos saboreaba las mieles de la victoria. Pero el CF Borriol, que no bajó los brazos nunca, le devolvió a la realidad en el descuento. Y al final 2-2 en un derbi de infarto.

El Palmar se vestía de gala para acoger el partido más esperado de la temporada para el club rojillo. Con lleno a reventar y 1.000 espectadores en las gradas (600 albinegros), había mucho morbo por ver qué deparaba el derbi.

La puesta en escena de uno y otro conjunto fue muy distinta. Los rojillos entraron mucho más metidos en el duelo desde el pitido inicial. Dos motivos tenían: el rival, todo un CD Castellón, y el debut de su nuevo entrenador, Jacint Guimerà, argumentos de peso para estar extramotivados. Por su parte, los orelluts salieron excesivamente relajados.

En la batalla táctica, Guimerà le ganó la partida al que fuera su maestro, Sergi Escobar (coincidieron en el Burriana) en el primer acto. Mientras que el albinegro utilizó un 4-4-2 con dos ‘9’ de referencia, Fonte y Cubillas, el nuevo míster rojillo utilizó un 4-3-3 con Gerard Hernando de falso ‘9’ y con Mario Gallego y Juan López de extremos abiertos en bandas.

Mientras los castellonenses apostaron todo al ataque buscando rechace y abusaban de balones largos desde la defensa, los borriolenses rasearon el balón, quisieron jugar y en ocasiones triangularon con mucho criterio.

En dicha primera mitad, la banda izquierda local fue un rodillo en la que tanto Mario Gallego como Jesús López volvieron loco a Luismi Ruiz, que echó en falta la ayuda de Javi Zarzo en las coberturas. Y en el otro flanco, más de lo mismo, con un entonado Adrián Villarrubia y Juan López.

Dichas incursiones por ambos costados se tradujeron en varias ocasiones claras, en especial dos de Mario Gallego y otra de Javi Mora, que desbarató un inspirado Zagalá a bocajarro.

Por su parte, el Castellón, que no llevaba el peso del juego, se olvidó de pasar por Marenyà y abusó de balones a Fonte y Cubillas. Pero este último pudo inaugurar el marcador con dos cabezazos antes de la media hora, con sendos paradones del meta local Carlos Sabater, cedido por el Castellón, que cuajó un gran choque.

Fue el Borriol quien obtuvo la recompensa a su trabajo antes del descanso (min. 36), con un buen gol de cabeza de Dani Márquez tras excelente pase de Villarrubia.

partido loco / Con el marcador en contra, Escobar varió el sistema y movió sus piezas, entrando Javi Rubio y Nico por Guinot y Zarzo. El Castellón jugaba entonces con tres puntas e Iván Sales por detrás. E incluso dio entrada pasada la hora de juego a William por Fonte.

Y el míster albinegro encontró premio a la insistencia y al cambio de chip de su equipo. El propio William de penalti de Javi Mora a Cubillas (existente pero protestado) empataba en el 78 y Javi Rubio, como en Novelda, se inventó un zapatazo para poner en ventaja a los orelluts en el 86’.

El efecto Escobar daba resultado. Pero pasando cuatro minutos, en el descuento, Dani Márquez se anticipó a toda la zaga albinegra tras la última falta a favor del Borriol y puso las tablas en el marcador en un partido de infarto.