El Borriol empieza a acostumbrarse a ganar fuera de casa lo que pierde en su feudo. El conjunto castellonense sumó ayer su segunda victoria consecutiva lejos de su campo, en el que tan solo ha sumado uno de los seis últimos puntos posibles, con un empate y una abultada derrota por 0-3 ante el Recambios Colón que se produjo en la pasada jornada.

Si dos semanas atrás el conjunto borriolense sorprendía al Almazora en el derbi provincial y se imponía con un solitario tanto, ayer a los castellonenses les bastó de nuevo con un único gol para anotarse el triunfo en su visita al feudo del Crevillente, el Municipal Enrique Miralles, donde también rentabilizaron al máximo la única ocasión en la que pudieron batir la meta rival.

El tanto llegó, además, desde los once metros. La jugada clave del encuentro, pues, se produjo apenas superada la primera media hora de juego, cuando el colegiado señaló pena máxima a favor de los borriolenses. David Colomer fue el encargado de lanzar el penalti, y no falló, poniendo en ventaja a los suyos con el que, a la postre, sería el gol que sentenciaría el resultado del envite.

El conjunto valenciano se fue al descanso por debajo en el marcador, y buscó la meta del Borriol en la segunda parte para tratar de empatar. Sin embargo, los castellonenses consiguieron aguantar el resultado. La expulsión del visitante Álex, casi con el tiempo cumplido, ya no influyó.