Bruno Soriano no recuerda el pequeño romance con el Valencia en el verano siguiente del último descenso del Submarino. Solo fue eso, un amor veraniego que se disipó con la sonora reconciliación con Fernando Roig y un contrato de por vida, hasta el 2020. Lo que olvida el capitán es que el Villarreal tiene todavía una cuenta pendiente con los de Mestalla. «Me acuerdo de todo lo que ha sucedido en el pasado y de todos los partidos que he jugado con el Villarreal». No hacía falta decir nada más. Aquel gol de Jonas en Mestalla, en el 2012, cuando el Submarino estaba salvado del descenso, escoció y puede que haya llegado el momento de devolver el favor.

Pese a todo, Bruno no quiere explayarse en la venganza. Para el centrocampista la del sábado no es una oportunidad para hundir un poco más al principal rival geográfico; la guerra del Valencia no es la suya. «Para nosotros es un partido fundamental para seguir en la zona alta», sostiene.

Y es que los amarillos tampoco andan tan sobrados como para que los males ajenos le despisten. Cuatro partidos consecutivos en el inicio del año sin victoria no lo permiten. «Queremos ganar ya y conseguir la primera victoria del 2017», apunta el de Artana, que no pierde la ocasión para avisar al Valencia, «un buen rival», pese a su situación. «En casa nos sentimos muy fuertes y tenemos que aprovecharlo», sostiene el capitán, que incluso visualiza en su mente un guión conocido y reciente: «Firmaría volver a ganarles con un gol mío».

Así es. Bruno decidió el último precedente en el ahora Estadio de la Cerámica con un golazo de falta, una de sus especialidades y una de las armas, el balón parado, que últimamente ha explotado el Submarino para contrarrestar la falta de fluidez ofensiva. «Es cierto que nos falta crear un poco más de peligro en ataque, sobre todo fuera de casa. Es algo que debemos mejorar», reconoce un Bruno que, en cambio, prefiere destacar el punto fuerte: «Para nosotros es fundamental no encajar; eso también nos mantendrá ahí arriba».

Las bajas temperaturas que se prevén el sábado no deben ser, para Bruno Soriano, un obstáculo ni para el equipo —«no estamos acostumbrados al frío y el campo está un poco duro»— ni para una afición a la que pide que «llene el estadio». «Es fundamental un gran ambiente para que los jugadores rindamos al máximo», recalca el último MVP de los derbis en el feudo amarillo.