Con un ruido de fondo que se repite en cada acto en el que aparece el capitán amarillo, ¡Bruno selección!, el centrocampista de Artana recogió ayer en la sede de la peña Passió Groga el trofeo que le acredita como el mejor jugador del Villarreal durante la pasada temporada, la Bota Groga, la segunda consecutiva que obtiene Bruno Soriano gracias a los votos de los aficionados.

El centrocampista hizo ayer un paréntesis en la preparación del encuentro de mañana ante el Zúrich para recibir las muestras de cariño de unos seguidores que esperan viajar en mayo a Varsovia para ver al Submarino en una final continental. Bruno va paso a paso, con la convicción de que “el próximo premio deber ser clasificarnos primeros de grupo en la Europa League”, objetivo que pasa por el doble duelo ante los centroeuropeos, mañana y dentro de dos semanas en Suiza. “De momento, ganar este próximo partido es muy importante porque nos situaría delante y nos daría tranquilidad para lo que queda de liguilla”, dice el capitán.

El reconocimiento de ayer se suma a un 2014 espectacular para Bruno, con el regreso a Europa del Villarreal o el nombramiento como hijo predilecto de su localidad, Artana. “Estoy disfrutando mucho estos últimos años; hasta el descenso, pese al palo momentáneo, creo que al final fue bueno para el club y para mí. Todos hemos crecido mucho”, apuntó. H