Corrió con un guante negro en su mano derecha. Un guante con el logo de la firma que lo patrocina y que formará a partir de ahora parte del vestuario de Bruno Hortelano. Ha vuelto. Y con victoria, fantástica marca en el 400 que corrió este sábado en Tenerife (45.96, la mejor que ha hecho en la distancia). Pero lo importante, más que la marca, más que la carrera, era que el campeón de Europa de 200, volviera a sentirse a atleta, a verse corriendo rápido, el mejor en la pista para empezar a hacer soñar a los aficionados al atletismo con el duelo que ha impedido hasta ahora el maldito accidente de Las Rozas, Hortelano frente a Óscar Husillos.

Volvía de madrugada, una de esas malditas madrugadas en la que los accidentes de coche terminan con los sueños de muchos jóvenes. El coche conducido por su primo (5 de septiembre del 2016) volcó en la autovía a la altura de Las Rozas. La mano derecha de Hortelano se enganchó entre el cristal y el asfalto y quedó prácticamente destrozada, al borde de la amputación: destrozo en huesos, músculos, ligamentos y tendones, lo que los médicos denominan como una mano catastrófica. Y por si fuera poco encima la lesión se complicó con una infección.

20 meses de sacrificio

Han pasado 20 meses, 20 meses de sacrificio y varias operaciones, tres de ellas en Barcelona, realizadas por el especialista Xavier Mir, uno de los mejores cirujanos de mano del mundo, quien no solo le salvó la extremidad sino la carrera deportiva. Para un atleta, aunque pueda parecer lo contrario, las manos juegan un papel importante mientras compiten.

Campeón de Europa de 200

Hortelano debió realizar una rehabilitación y una vuelta a los entrenamientos espartanas. Sin embargo, los compañeros que lo veían entrenar en el CAR de Sant Cugat ya llevaban tiempo admirados por su evolución, por su recuperación. Pudo morir en el accidente y salvo la mano milagrosamente. Pero ha vuelto, en Tenerife y sin presión para sentirse, sobre todo atleta. Y feliz. "Estoy muy feliz, mucho más que por la marca, porque lo importante era volver. He vuelto para quedarme. Ahora tengo todo por delante. Mis objetivos son ambiciosos y estoy entrenando para ello. Ya pienso en los Juegos", declaró a la SER. A los 26 años y con todas las pistas por delante probará en 15 días y en Holanda la distancia de 200 metros. Ya está aquí.