Bruno Soriano atisba el final del túnel. El artanense está cumpliendo los plazos en la recuperación de la fractura sin desplazamiento del tercio distal del peroné derecho, sufrida el 11 de febrero en el Camp Nou (durante el primer asalto de las semifinales de la Copa del Rey) y su reaparición apunta, incluso, a esta misma semana. No para mañana contra el Atlético, pero sí el sábado, en A Coruña.

El capitán ya realizó ayer el entrenamiento junto al resto de sus compañeros con normalidad. De no surgir un contratiempo de última hora, Bruno será la gran novedad en la convocatoria para el Deportivo-Villarreal del sábado (22.00 horas), a expensas de que su regreso sea un hecho a todos los efectos disputando en Riazor los primeros minutos después de dos meses y medio en el dique seco. El plazo de recuperación proporcionado cuando su tobillo hizo crac en el Camp Nou oscilaba entre los dos y los tres meses, así que el medio cumplirá con lo previsto.

Su regreso supondrá no solo un plus en lo estrictamente futbolístico, sino que insuflará de ánimo a un equipo que, en este lapsus de tiempo en el que no ha podido contar con su capitán, se ha visto fuera tanto de la Copa del Rey como de la Europa League, mientras que, en la Liga, las victorias han escaseado casi tanto como los goles marcados.

En consecuencia, Bruno estará en condiciones de disputar las últimas cuatro jornadas: después de visitar al Deportivo, los amarillos recibirán consecutivamente a Elche y Málaga, antes de echar el cierre a la temporada en Bilbao. Especialmente importantes serán estos dos últimos compromisos, cruciales para asegurar la sexta posición. H