El Villarreal comenzará mañana la segunda vuelta de la Liga española ante el Granada —la cita, en el Estadio de la Cerámica en el extraño horario de las 13.00 horas—, el primer examen que afrontan los amarillos para conseguir un objetivo mínimo: repetir los 31 puntos de las 19 primeras jornadas. Con ello, el Submarino estaría en disposición de estar de nuevo la próxima temporada en las competiciones continentales. Los 62 puntos han bastado en las 10 últimas campañas en Primera División para lograr el billete europeo por la vía directa, es decir, sin tener que estar pendiente de terceros —la plaza de Copa del Rey en caso de que el campeón se clasifique para la Champions— para meterse en el grupo de los representantes españoles en el segundo torneo auspiciado por la UEFA.

Una sola excepción

Así sucede desde el comienzo del siglo XXI con la única excepción de la temporada 2005/2006, en la que el Celta necesitó 64 puntos para colarse en la sexta posición, el límite actual que se establece en la competición española para ganarse el derecho a estar en la Europa League. Ese fue un caso aislado. En las últimas diez Ligas, los 62 puntos —el doble exacto de los 31 que ostenta actualmente el conjunto amarillo— siempre han garantizado un hueco entre los seis primeros, y solo en una ocasión se necesitó esa cifra de puntos —el Valencia en la edición 2008/2009-— para sobrepasar la frontera entre la zona media de la Liga y los seis equipos que tienen premio europeo.

¿Una Liga más cara?

La derrota del Villarreal en el derbi autonómico ante el Valencia evitó que los amarillos consiguieran cierto colchón para contrarrestar imprevistos en esta segunda parte de la temporada. En la víspera del último encuentro en el Estadio de la Cerámica Fran Escribá no las tenía todas consigo respecto al hecho de que la entrada en la Europa League se cotice en el presente ejercicio a un precio similar de los últimos años —60 puntos ha sido el precio en las dos últimas ligas—. La percepción del técnico amarillo es que esta temporada el billete para la Europa League puede resultar algo más caro. Pero es eso, solo una percepción.

Las matemáticas de la Liga española —no siempre válidas, por supuesto— indican que una simple multiplicación por dos le debería bastar al Submarino para estar, como mínimo, en la ronda previa de la Europa League el próximo verano. Como un buen estudiante, el Villarreal intentará no ir a por ese aprobado raspado.