El ya exentrenador del CD Castellón, Ramón María Calderé, se ha despedido del que ha sido su club las dos últimas temporadas. El técnico reconoce que su destitución es “completamente justa” y lamenta “los errores que haya podido cometer. El último partido contra el Novelda fallé tácticamente, fuimos a por la victoria porque la necesitábamos y por eso acabamos perdiendo”

Calderé también aseguró que ahora “se ha quedado un buen grupo en el vestuario” tras las salidas de Rubén Suárez y Javi Selvas, a los que lanzó un dardo: “Ellos saben lo que han hecho mal, pero no voy a ser yo quien lo diga. Han hecho mucho daño y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio”.

El entrenador afirmó que su sustituto “tiene tiempo suficiente como para enderezar la situación y conseguir el objetivo de subir a Segunda B”, al tiempo que reconoció que “el futuro del club pasa por conseguir el ascenso”. Por último, el catalán agradeció “el apoyo de mi valedor, Ramón Moya”, aunque no quiso hacer “ningún reproche a un club al que le deseo lo mejor”.