Partido a partido. Ese axioma incrustado en la mente de Simeone, convertido en el Che en la portada de La Gazzetta (Comandante Simeone, el cholismo y la revuelta contra el tiki taka, titula), y que hoy vivirá el choque en la grada por la sanción de tres partidos, durará hasta el final del último acto. Ahora, echada la persiana a la Champions, el Atlético mira este choque (18.15 horas) en ese tránsito de pasiones en que se ha convertido el Calderón. Hasta allí llega el Rayo, que no quiere asomarse la abismo del descenso, del que le separan tres puntos.

Más que molestar, el Atlético se ha convertido en un equipo que despierta el pánico en los grandes. En casa lo ha comprobado el Real Madrid, incapaz de pasar del empate en el Calderón y zarandeado en el Bernabéu. En Europa, el Barcelona ha probado la medicina de hace dos temporadas y el Bayern ya apela a la brujería para remontar el 1-0 de la ida y que Guardiola no tenga que enterrar su tercera semifinal a manos de un equipo español.

Simeone ha vuelto a dejar fuera de la citación a Carrasco, que sigue recuperándose de unos problemas físicos que le impedirán estar en Múnich. H