Para Javier Calleja, la visita de mañana a San Mamés es sinónimo de «dificultad» y de «máxima exigencia». El técnico del Villarreal intentará que los suyos rompan el gafe que pesa en las visitas amarillas al nuevo estadio del Athletic desde la fidelidad al estilo que impregnado al equipo desde su llegada y con la filosofía de ser dueño de la posesión para «depender poco del rival, de un campo que aprieta mucho y de cualquier factor externo». Pero Calleja también sabe que para salir vivo ante su próximo rival habrá que controlar algunos matices en los que el Submarino ha flaqueado durante este primer tercio de la temporada: la defensa de su espacio aéreo.

Porque el Athletic, más necesitado que nunca de puntos para abandonar la zona baja, tiene, precisamente, en las alturas sus principales bazas. Un sello que no ha cambiado en el equipo de Cuco Ziganda. La presencia de Aritz Aduriz —que ha ampliado recientemente su contrato con el Athletic— y Raúl García en el rival obligará al Villarreal a redoblar la atención en el área propia. «Son dos futbolistas con un juego aéreo extraordinario. Así que tendremos que alejar a Aduriz y a Raúl García del área», apunta el entrenador groguet, que durante estas dos semanas que ha tenido para preparar concienzudamente la visita a Bilbao ha podido incidir en las que, para él, pueden ser las claves defensivas en San Mamés. «Evitar que desplacen balones a nuestra área, estar atentos a las segundas jugadas e intentar hacer pocas faltas en nuestro campo», enumera el jefe del banquillo del Submarino.

Por encima de todos las estrategias de control sobre su rival, por supuesto, Javier Calleja tiene una especial preocupación: «Ser nosotros mismos». La mejor forma de mantener a los bombarderos del Athletic lejos de los dominios de Mariano Barbosa, que se estrenará en el nuevo San Mamés en Liga —ya jugó allí una eliminatoria de Copa del Rey, en 2016—, será escondiendo el máximo de tiempo posible el balón a los de Ziganda y esperar a que el nerviosismo pueda ir haciendo mella en los leones, muy cuestionados por su mal inicio de temporada tanto en la Liga —están a ocho puntos de las plazas de competición continental— como en la Europa League —obligados a ganar los dos partidos que restan para estar en dieciseisavos—. «Intentaremos meterles en su área y que les vaya pesando el partido. Si van pasando los minutos y no están cómodos, el ambiente puede jugar en su contra», estima Calleja.

UN ‘ONCE’ BAJO LLAVE / Preocupa el potencial ofensivo del rival, que no las bajas con las que se presentará el Submarino en San Mamés. Mientras espera que jugadores clave como Álvaro, Bruno o Samu Castillejo vayan apareciendo progresivamente, Calleja —que se limitó a calificar de «rumor» el interés por el punta brasileño del Bahía Edigar Junio para el mercado de invierno— tiene fe ciega en un filial que les «está ayudando a suplir las ausencias con un rendimiento alto». Ramiro Guerra, Raba, Chuca… serán canteranos a los que Javier Calleja tendrá hoy en mente para confeccionar la lista. Del once de mañana, ni una pista. «Haced quinielas», espetó en la sala de prensa Calleja. «Será complicado de acertar porque puede jugar cualquiera».