Dentro de unos años y cuando el actual entrenador del Villarreal pueda analizar con perspectiva todo lo que le ha sucedido en este poco más de medio año que ha pasado desde su paso del filial al primer equipo, Javier Calleja (Madrid, 12 de mayo de 1978) podrá definir su estreno en la élite de los banquillos con muchos calificativos, pero entre ellos no tendrá cabida el de fácil. Pero, incluso a veces contra todo, el madrileño ha mantenido al Submarino en la zona europea prácticamente desde su llegada a un banquillo que seguirá ocupando la próxima temporada, gracias a otro año opcional que consta en su contrato para asentar su filosofía. Calleja se queda.

—¿Le va bien este fin de semana sin partido o hubiera preferido no parar para aprovechar la última dinámica positiva?

—Los últimos parones nos han venido bien. Ya sabíamos con antelación que teníamos este fin de semana libre por la Copa y nos adaptamos a ello.

—Igual viene mejor coger al Barça el próximo 9 de mayo, ya con los títulos de Liga y Copa en el bolsillo y más relajado.

—No pienso aún en el Barcelona; pienso en el Celta y en que este tiempo que hemos tenido nos permita preparar bien el encuentro del próximo sábado. Después, ya veremos si al Barça lo visitamos como campeón o si aún le falta algún punto para el título. Vamos a centrarnos en nuestro trabajo y no mirar a largo plazo. No quiero pensar en ese partido.

"Con los seis puntos ante Celta y Valencia la entrada en Europa estaría casi hecha"

—Lo que sí está claro es que la final de Copa del Rey ha clarificado un poco más el objetivo.

—No era lo mismo que ganara el Barça que el Sevilla. Hubiera condicionado mucho que el Sevilla hubiera ganado la Copa del Rey porque eso significaba que el sexto debía disputar tres previas para entrar en la liguilla de la Europa League. Ahora tenemos hasta el séptimo puesto abierto para entrar en competición europea.

—Esperemos que no, pero en caso de tener que acceder a Europa como séptimos, ¿cómo se prepara una temporada que empieza a finales de julio?

—Primero hay que entrar, que es difícil. Hay muchos equipos en la pelea, cinco partidos y muchos puntos por disputarse. Una vez que se consiga pensaremos en la planificación de la temporada siguiente, ya sea como quintos, sextos o séptimos.

"La gente con poder de decisión del club me ha transmitido siempre confianza"

—¿Esperaba a estas alturas a tantos rivales en el ajo?

—Hay muchos equipos con opciones reales de alcanzar la plaza europea. El Betis ha tenido una racha de seis triunfos que le han permitido consolidar un colchón importante para conseguir estar en puestos europeos; el resto tenemos todavía que disputar cada partido como si fuese el último, cualquier detalle puede ser importante para estar dentro o fuera. Incluso diría que el Betis aún no lo ha logrado; tiene mucha ventaja y parte como favorito en esa disputa, pero le quedan también enfrentamientos directos y un calendario igual que complicado del resto.

—Después de ganar al Leganés llegan otros dos partidos seguidos en La Cerámica. ¿Está en ellos la clave?

—Estar en Europa pasa por los partidos de casa, estoy convencido. Ahora hay dos seguidos, ante Celta y Valencia, y si conseguimos esos seis puntos estaría prácticamente sentenciada esa entrada en Europa. Es difícil porque son grandes rivales y tendremos que prepararlos para dar lo mejor de nosotros, como hemos hecho en los dos últimos encuentros. No nos podemos dejar ya nada por el camino porque no quedará espacio para la reacción.

"Creo en el rombo, pero el juego no fluía y necesitábamos reinventarnos"

—El Celta llegará sin Aspas, todo un alivio. Un tipo de jugador de una veintena de goles por temporada que es algo de lo que adolece, por ejemplo, el Villarreal.

—El gol es el factor determinante, por eso es lo que más se paga. Hay jugadores que tienen ese don de año tras año conseguir un número de goles importante, es lo que te hace aspirar a unas cosas u otras. Nosotros nos estamos repartiendo el gol y Bacca es el que más acierto está teniendo de cara a puerta. Pero siempre digo que los jugadores de segunda línea, los centrocampistas, o los defensas, como Víctor Ruiz el otro día, deben ayudar en esa faceta. Todos tienen su rol, pero en el momento de incorporarnos en ataque tenemos que hacerlo convencidos de que todos y cada uno de ellos pueden ayudar en la faceta del gol.

—Parecía que Cédric Bakambu iba a ser para el Villarreal ese goleador diferencial. ¿Fue un duro golpe su salida?

—Hay que reinventarse constantemente y buscar soluciones. No puedes estar pensando en los que se han ido o en factores externos que no puedes controlar. Hay que sacar el máximo rendimiento a lo que hay. Se fue Bakambu y vinieron Roger y Enes [Ünal] después de la cesión al Levante; Nico [Sansone] se ha recuperado hace relativamente poco. Y tenemos a Bacca. Todos ellos están haciendo un trabajo excelente para el equipo y para estar donde estamos, en una posición que se ha ido ganando partido a partido. No es fácil subir a los primeros puestos y no salir de ahí en casi toda la Liga, y vamos a defenderlo hasta el último minuto de la Liga.

"Soy el primero que quiere conseguir un título, pero no debe ser una obligación"

—Ya que cita a Roger Martínez, ¿le duele el run run que se genera en el campo cuando sale?

—El jugador que sale al campo lo hace para hacerlo lo mejor que puede. A veces está más acertado; otras veces no tienes el día. Tenemos que echar una mano a todo el que entra en el campo porque es un beneficio para el bien común. Roger tuvo 10 minutos ante el Leganés, lo intentó y quizá no estuvo todo lo acertado que le hubiera gustado a la afición, que espera a un Roger de garantías y que marque diferencias. Pero debemos saber de dónde viene, de una Liga menos competitiva que la nuestra, que nunca había jugado en Europa y que está adaptándose y no está teniendo muchos minutos para demostrar el fútbol que todos esperamos de él. Tenemos que insistir y seguir confiando. Trabaja y es un jugador con el que no tenemos ninguna queja como profesional. Quedan cinco partidos y necesitamos de todos. Ayuda más un aplauso que el run run.

—Ha pasado ya más de medio año desde que se hizo cargo del equipo. ¿Es tanto el desgaste en un banquillo de Primera División como se dice?

—Hay una exigencia por parte de todos de estar lo más arriba posible y cada partido nos exigimos ganar. Eso desgasta, por supuesto, y más en una temporada larga y dura, con altibajos, picos altos y momentos más complicados que han evitado poder estar un poco más cerca de las plazas de Champions que hemos rozado en algunos momentos de la temporada. Desgasta pero yo lo disfruto.

"Debes escuchar al jugador; si te cierras en ideas que debilitan es un suicidio"

—¿Ha cambiado en algo el Javier Calleja actual al que inició su carrera como entrenador en el fútbol base del Villarreal?

—Soy el mismo. Sigo con la misma profesionalidad, la misma pasión, me encanta lo que hago y pongo el 100% en el día a día del equipo, que es lo que más disfruto y lo que no cambio por nada. Aunque cada fin de semana pases de alegrías a decepciones, momentos tristes… Cuando ganas no terminas de saborearlo porque piensas en el próximo partido; cuando pierdes no duermes pensando en cómo se puede corregir, cómo te debes reinventar para lograr ese objetivo que tenemos al alcance de la mano y que nos está costado tanto. El desgaste es eso; buscar soluciones para conseguir que el Villarreal esté en Europa.

—La temporada de su debut no se puede decir que haya sido, precisamente, tranquila. Muchas lesiones, problemas extradeportivos como el de Ruben Semedo, algunos arbitrajes más que discutidos… ¿Ha sido para usted algo así como un máster acelerado en la élite?

—Este año hemos pasado por muchos contratiempos, pero jamás me excusaré en esas situaciones; estamos para superarlas y mirar hacia adelante. Ya habrá tiempo para analizarlas y que no vuelvan a ocurrir. Para mí sí, es un máster en ese aspecto porque han pasado situaciones que no son nada habituales en un equipo de fútbol. Pero todo sirve para hacerte más fuerte y mejor. A mí, particularmente, me fortalece y me ayuda a superarme. Cuando un equipo supera todas esas adversidades sale reforzado.

—Normalmente esos contratiempos no se tienen en cuanta a la hora de valorar una temporada. Al final, la gente solo ve números, puntos y posiciones.

—Sí, es verdad que al resto de personas que no viven el día a día del equipo y no están dentro del club a veces les cuesta ver las dificultades que supone estar donde estamos, año tras año entre los mejores. Para mí tienen un enorme valor y hay que dárselo. Cada temporada es diferente. Hay temporadas que son una balsa de aceite, en las que no sucede nada y en las que todo suma; en las que, en vez de dar en el palo, el balón entra; arbitrajes que te favorecen; no hay lesiones… Pero nuestra obligación es encontrar siempre soluciones a momentos que se dan en cada temporada para estar al final con opciones de lograr un objetivo. Este año lo tenemos al alcance de la mano, es real y factible, pero no quiere decir que tenga que ser una obligación. Pueden pasar muchas cosas durante una Liga que te dejen en una zona media, como le ha pasado a la Real, al Athletic o, ahora, al Sevilla, que está pasando momentos de irregularidad. Nosotros hemos sido capaces de superar las adversidades y por eso estamos donde estamos. Lo que quiero transmitir es que la diferencia de estar en Europa, salir de ella o luchar por la Champions es una línea muy delgada y hay circunstancias que marcan. Si las superas, como hemos hecho nosotros, puedes aspirar a estar entre los mejores.

"Con Bacca espero una solución buena para todos. Estamos contentos con él"

—Quizá, la diferencia entre los conjuntos que ha nombrado y el Villarreal es que su equipo ha sabido reaccionar cuando ha llegado a momentos límite.

—Te pones a pensarlo fríamente y es así. En situaciones límite el equipo ha dado lo mejor de sí mismo y ha superado momentos difíciles, ganando a rivales de los grandes después de una racha de derrotas y volviendo a una buena dinámica. Eso dice mucho de la mentalidad de un equipo y de los jugadores. Pero hay que verlo desde dos vertientes. La positiva es que hemos tenido resiliencia y cuando parecía que peor estábamos hemos sabido reaccionar; y como punto negativo diría que esa línea no la hemos mantenido cuando parecía que era el momento de dar ese salto para estar cerca de los cuatro primeros. Entonces han llegado tropiezos que nos han desenganchado.

—¿Pondría la Copa del Rey y la Europa League como las asignaturas pendientes?

—Soy el primero que quiero conseguir un título y disputar cada competición para ganarla. Pero una cosa es lo que sueñas y otra que sea una obligación. En Europa y en la Copa hemos sido eliminados pronto cuando creo que teníamos que haber llegado más lejos. Pero hay que analizar el momento en el que se produjeron las eliminaciones. El desgaste es muy grande estando en tres competiciones y nosotros no hemos tirado ninguna. En Europa nos tocó un rival muy duro y la Copa se decidió por detalles. El Leganés nos cogió en un momento en el que cualquier error nos penalizaba. No fuimos peores que el Leganés, pero quizá sí nos faltó ser más decisivos.

—¿El Villarreal volverá a intentar la próxima temporada estar cerca de celebrar un título con Javier Calleja al mando?

—En mi contrato tengo la opción de un año más y todo indica que se va a dar continuidad a este proyecto. Siempre que he hablado con el presidente, con el consejero delegado y con toda la gente que tiene poder de decisión en el club me han transmitido su confianza absoluta. Siempre me he sentido respaldado y nunca ha habido momentos de duda. Están contentos con el trabajo y la idea es un proyecto a largo plazo, no solo de un año. Se cree en una idea y vamos a intentar desarrollarla el mayor tiempo posible.

"Tenemos una de la mejores canteras del mundo y hay que aprovecharla"

—Esa idea partió de su reconocido rombo en el centro del campo. ¿Aparcado ya hasta final de temporada para continuar con el 4-2-3-1 que tan buenos resultados dio en el Pizjuán o en el último encuentro ante el Leganés?

—Se ha hablado mucho del sistema. Desde el primer día lo dije, la idea es tener el control, el balón, protagonista en el juego, que el sistema es secundario y lo que importan son las ideas. El rombo es un sistema en el que creo, que te da una serie de cosas como superioridad en el centro del campo, dominio. Cuando se utilizó funcionó muy bien, en juego y resultados, pero hemos pasado por momentos en los que el juego no fluía, se perdió seguridad sin balón, nos encontraban más espacios, no dominábamos tanto y necesitábamos reinventarnos y cogernos a otra serie de conceptos. Ahora jugamos con el 4-2-3-1 y estamos dando más profundidad con jugadores de características como Cheryshev y Samu [Castillejo] y está saliendo muy bien. La esencia se mantiene.

—¿Puede que la actual plantilla esté confeccionada más para jugar con dos mediocentros que para poner en práctica ese rombo en el que tanto confía?

—Todo debe tener un trabajo de base y una plantilla que te permita jugar a lo que quieres y trabajarlo desde el principio, inculcando conceptos desde la base de una pretemporada. Al principio todo se cogió rápido y veía que el equipo se adaptó a ese cambio, pero con el paso del tiempo intentamos buscar más seguridad, haciéndonos más fuertes atrás, con doble pivote, con jugadores de más consistencia a nivel defensivo y, a partir de ahí, crecer sin abandonar el balón y atacar y hacer daño al rival, medir los tiempos del encuentro, manejar el cansancio…

—¿Pasar al actual planteamiento táctico es algo consensuado con la plantilla o una decisión exclusiva del entrenador?

—Tengo una idea clarísima de juego y trabajo sobre ella, pero uno cuando es entrenador debe percibir lo que se respira en el vestuario, escuchar al jugador, estar atento a las sensaciones que transmite el equipo. Si yo me cierro y busco imponer una serie de ideas que nos debilitan más que darnos seguridad es un suicidio, y yo no me quiero suicidar, sino sacar rendimiento. Ahora toca un dibujo en el que creo que el rendimiento del equipo aumenta. Pero conmigo se verá un Villarreal con diferentes sistemas, con jugadores que cambian de posición, siempre dentro de una misma idea. Sistemas, dibujos… prefiero hablar de propuestas.

"Conmigo se verá un Villarreal con diferentes sistemas y jugadores que cambian de posición, siempre dentro de una misma idea"

—¿Veremos una plantilla muy cambiada la próxima campaña?

—Prefiero no hablar de eso. Queda lo más importante de la temporada y creo en lo que tengo y en sacar el rendimiento que necesitamos para estar en Europa. No es el momento para hablar de la temporada que viene.

—En un momento de la temporada, jugadores como Víctor Ruiz o Cheryshev desaparecen de alineaciones o de convocatorias...

—Víctor [Ruiz] es uno de los jugadores que más minutos tiene, pero en un momento decido que deben ser Bonera y Álvaro los que jueguen, sin dejar de creer en Víctor. Creo en todos los jugadores, pero en momentos determinados hay cambios sin que ello quiera decir que uno u otro jugador se releva porque lo esté haciendo mal. Hay gente que cree que siempre deben jugar los mismos. Yo creo que no. Los jugadores pasan por momentos debido a lesiones, sanciones, o el funcionamiento colectivo que a la vez condiciona el individual. Ahora, por ejemplo, que estamos jugando más abiertos Cheryshev se adapta mejor a esa situación. Es un jugador importantísimo y que no haya jugado otros partidos es por planteamientos, rivales… situaciones que valoras para decidirte por uno u otro. Lo bueno es tener variantes.

—No podemos hablar entonces de castigos...

—Ni mucho menos. Cada partido intento buscar el once más adecuado en función de cómo estemos nosotros, del rival... En el caso de Cheryshev, ha pasado por lesiones, por momentos en los que parecía que iba a tener continuidad y han aparecido molestias. Al final hay que verlo todo para sacar rendimiento al conjunto. Esto es un equipo y busco lo mejor para el equipo.

—¿Aprieta al club para que solucione la continuidad de Bacca?

—Es un jugador top, desequilibrante, con experiencia a nivel internacional, que ha ganado títulos, que marca goles. Quedan cinco partidos y estoy convencido de que seguirá en este momento de forma que nos está ayudando tanto y espero que se llegue a una solución que sea buena para todos. Juegan muchos factores. Estamos muy contentos con él. Es un excelente jugador.

"Hay gente que cree que siempre deben jugar los mismos. Yo creo que no"

—El ascenso de jugadores desde la base ha cogido un impulso con usted. Raba ya es uno más. Lástima que otros no hayan podido tener más continuidad.

—Pero están ahí. Ramiro [Guerra] se lesionó, Chuca ha estado participando y le tenemos en cuenta porque tiene un futuro muy importante dentro del Villarreal. Están Pau, Miguelón, Morlanes. Ahora está entrenando con nosotros Quintillà... Podría hablar de muchos jugadores que tienen que formar parte dentro de nada de la primera plantilla.

—¿Usted es de los que no entienden el futuro del equipo sin tener en cuenta a la cantera?

—Tanto el club como yo creemos ciegamente en eso. Creo en el fútbol base, conozco a los jugadores que vienen por debajo y que están dando motivos para seguir creyendo en ellos. Tenemos una de las mejores canteras del mundo y hay que aprovecharla. En principio la idea es tirar de ellos para que se queden; luego es verdad que el fútbol tiene su parte de negocio y es difícil retenerles, pero lo importante es tenerles.

—Por último, ¿veremos pronto a Fornals sobre el campo?

—Cuento con él para el próximo partido. Le harán unas últimas pruebas y confío en que llegue.