Joel Campbell, flamante incorporación del Villarreal en este mercado de invierno es un centrocampista, mediapunta, segundo punta o referencia en ataque. El polivalente futbolista ha recorrido todas las posiciones ofensivas, aunque no ha llegado a instalarse en una en concreto.

En la selección de Costa Rica jugaba como hombre más adelantado, en Olympiacos lo hacía acostado a la derecha y en el Betis lo hacía también en esa banda con Pepe Mel. En el Arsenal ha participado poco, pero lo ha hecho siempre escorado a ese costado derecho.

Su pierna dominante es la izquierda y la utiliza preferentemente en todas sus acciones. Es un jugador que se encuentra más cómodo jugando a pierna cambiada para que, partiendo de una posición abierta, cortar por dentro trazando diagonales intentando perfilarse para buscar el pase, asistencia o disparo.

ARGUMENTOS TÉCNICOS // No es un volante que participe en la iniciación del juego en campo propio y todas sus virtudes las expone en campo adversario. Ofrece una importante riqueza de argumentos técnicos, siendo siempre dominador de la pelota; lo hace en espacios reducidos, con una buena arrancada en parado, y en espacios largos, encarando y buscando el uno contra uno en conducción.

Tiende más a desequilibrar a través de sus acciones individuales que colectivas, no es un jugador específicamente asociativo. De igual modo, es capaz de generar profundidad tirando de rapidez.

GRAN GOLPEO // Su alto nivel técnico tiene como base su capacidad para ser preciso utilizando todas las superficies del pie. Y ahí destaca sobremanera su gran golpeo, tanto en estático como en movimiento. Por lo general, su jugada preferida es la diagonal para golpear con el empeine interior buscando el palo más alejado o, más centrado y a mayor distancia, buscar la escuadra.

A Campbell le gusta gozar de libertad, por lo que en el esquema del Villarreal y, siendo utilizado en banda, tendrá mayores obligaciones en las vigilancias defensivas y deberá aumentar su intensidad.

En el ataque posicional, tendrá que ofrecerse más, ya que en el juego amarillo es fundamental la movilidad sin balón. Él siempre se siente más a gusto viendo la portería rival de cara. Tendrá que acostumbrarse a ser participativo. H