Campeones, campeones, oé, oé, oé! El Castellón ganó con más apuros de los previstos al Utiel (4-2), sobre todo tras el fulgurante inicio, para culminar el primer gran objetivo liguero de la temporada: ser campeón de grupo. Le han sobrado dos jornadas, algo impensable cuando, en noviembre, Calderé cogió al equipo a siete puntos de los play-off y a nueve del primero; difícil hace un par de meses, cuando el Atlético Levante llegó a distanciarse en cuatro. Al final, ha ganado el mejor.

El Castellón se aseguró el objetivo en su primer match-ball. Lo hizo sobre el farolillo rojo y con rapidez, además, como lo demuestra el 1-0 (minuto 7), tal es la prisa por abandonar, de una vez por todas, este auténtico sumidero que es la Tercera División, aunque la siesta le costó el 2-2 tras un 2-0. Ahora ya solamente toca pensar en esa eliminatoria, en los fines de semana del 17-18 y 24-25, el verdadero momento de la verdad, con la ventaja que otorga la red de seguridad de una segunda oportunidad, en el supuesto de no superar ese primer cruce.

El Utiel venía descendido, pero sus últimos siete partidos ya habían sido más que dignos: derrotas siempre muy ajustadas e, incluso, con algún resultado destacado, como el triunfo sobre el Villarreal C pese a acabar en inferioridad numérica. Pero frente a un Castellón de dulce en esta fase del campeonato, la determinante, poco se puede hacer.

GOL OLÍMPICO // En el 7’, córner a favor. Adrià quiso ponerlo en marcha rápidamente, pero no lo vio claro y se lo cedió a Omar. Al trote llegó a la esquina, oteó el horizonte y clavó el esférico a la escuadra opuesta. Los que apuraron, los que venían a toda prisa de disfrutar de un día veraniego o de una comunión, se perdieron esta auténtica joya.

Si el Castellón ya se sabía muy superior a un rival en las antípodas de la clasificación, al que le sacaba 45 puntos, más aún con un 1-0 tan temprano. Es ahora un equipo fresco, dinámico, al que el movimiento de piezas de Calderé (intercambio de los extremos, alternancia en las posiciones del mediocentro que acompaña a Castells en el doble pivote y la mediapunta…) no solo no le alteran, sino que lo convierten en un colectivo rico en matices. En el minuto 18, Pruden, desde la derecha, centró para que Meseguer rematara al poste. Cuatro después, reedición de la jugada, luego de que Ballester hubiese tenido el 1-1, para que el testarazo del vila-realense sí superase a Pau.

Los albinegros creían que, con menos de media hora, ya lo tenían todo hecho y se relajaron al borde del descanso. El Utiel se vino arriba y, primero, recortó distancias: Ballester resolvió un barullo, donde los locales apreciaron falta sobre Campos (min. 42). El colista salió revoltoso en la reanudación y, después de un racimo de ocasiones falladas por los locales, llegó la sorpresa momentánea: el 2-2 de Álex, en el 56’.

Espoleado por el inesperado viraje, los orelluts tuvieron una furiosa reacción. Pruden marcó la más difícil de sus ocasiones para devolver las cosas a su sitio (min. 59). Jonás prolongó la rebelión del Utiel pero, para entonces, el Castellón ya estaba desatado. Carrillo rivalizó con el 1-0, pero su chilena fue escupida por el poste; en la misma acción, Guille Vázquez se encontraba con el larguero. La sentencia fue de Yagüe, a servicio de Omar (min. 75).

No paró el Castellón ni con el 4-2, pero no hubo más goles. Qué más daba. El pitido final dio pasó a los acordes del ¡campeones, campeones, oé, oé, oé!, con invasión de campo incluída. La próxima debe ser para celebrar el ascenso. H