Cani ha comenzado una semana clave para su deseado regreso a los terrenos de juego. Una lesión, en teoría sin demasiada importancia, durante el partido de Copa del Rey ante el Elche disputado en el Madrigal, poco antes del parón navideño, se cruzó en la excelente primera vuelta protagonizada en la Liga por el centrocampista aragonés, uno de los más destacados de la competición hasta el contratiempo y cuyas actuaciones decidieron al club amarillo a ejecutar su renovación hasta el 2016, otras de las grandes noticias para el veterano jugador de 32 años tras el regreso del Submarino a la élite.

LIGAMENTO AFECTADO // Aquel esguince en la rodilla derecha que en principio debía dejarle fuera por un breve periodo de dos semanas afectó al ligamento lateral interno de la articulación, comenzando así el largo proceso de recuperación que ya ha consumido siete semanas. “El problema es que se soltó un poco ese ligamento”, dicen desde el club, donde se muestran optimistas en cuanto a las opciones del futbolista de poder esquivar el quirófano, una posibilidad que solo se contempla en el caso de que Cani no esté en condiciones de trabajar al mismo ritmo del grupo en un plazo “de siete a 10 días”, apuntan esas mismas fuentes.

El jugador lleva ya varias semanas trabajando a destajo para convertirse en el mejor fichaje del mercado de invierno para el Villarreal. Unos días Cani ni siquiera recuerda el dolor en la rodilla y puede entrenar a un ritmo más que aceptable; pero otros las molestias se hacen más evidentes. A pesar de todo, el aragonés es optimista y espera que el tratamiento conservador, que incluyó el uso de hormona del crecimiento inyectada en la zona afectada, acabe por dar el resultado apetecido: su regreso a la competición.

SOLUCIÓN DE URGENCIA // Si tras el encuentro de la próxima jornada ante el Osasuna (el lunes en el Madrigal) el futbolista y el cuerpo médico siguen teniendo dudas con respecto a la recuperación, la artroscopia será el siguiente paso aconsejado para poner fin de una vez por todas a una lesión que ha frenado la que estaba siendo la mejor temporada de Cani vistiendo la camiseta amarilla. Esta intervención quirúrgica serviría, además, para saber al 100% si existía otro factor hasta ahora desconocido que ha ralentizado la recuperación del jugador.

De momento, las pruebas están descartando ese factor desconocido. Cani se sometió el pasado viernes a una resonancia magnética que sacó a relucir que el menisco derecho del futbolista tiene cierto desgaste, pero sin nada grave que explique esta larga convalecencia de ya siete semanas. H