Machada del Almazora en Castalia (0-1). Y con justicia, porque en un partido bronco y de escasas ocasiones, tuvo las mejores. Triunfo clásico de un partido entre rivales tan antagónicos: cerrojazo y contra determinante en el minuto 92, con gol de Roldán, cedido por el Castellón y al que, como Cristóbal, los albinegros solo autorizaron a jugar saliendo desde el banquillo.

Frank Castelló llevó al límite las rotaciones. Solo cuatro jugadores titulares en Paterna repetían anoche, permitiéndose el lujo de dejar en la grada a Arturo, Marenyà y Javi Serra. Tanto cambio determinó el sistema, de nuevo un 4-4-1-1. Nahum Mingol, que acudía con mucho lesionado y lastimado, armó a su equipo como buenamente pudo, todos bajo un denominador común: defender, defender y defender, a la espera de que sonase la flauta... que sonó en el descuento.

GUIÓN ORIGINAL

El partido arrancó por los cauces previstos, con un Castellón que no quería esperar que el animoso Almazora, todo coraje, fuera creyendo en la hazaña con el paso de los minutos, como el Buñol llegó a soñar 10 días atrás. Los locales buscaban el desequilibrio de Pedra y Javi Zarzo, pero su rival, con un 4-1-4-1, tapaba bien las líneas de pase, tanto por fuera como, por acumulación, por dentro, donde William se veía cercado y descendía infinidad de metros para intentar aplicar su criterio.

El caso es que pasaban los minutos y el Almazora estaba la mar de tranquilo. El Castellón no le inquietaba para nada. En el 25’, Ximo Forner, viendo el cerrojazo, lo probó desde la media distancia. Su remate no encontró palos, pero cambió la decoración durante un intervalo de 10 minutos. Luego, entre remates, rechaces y acrobacias, Emeka por fin apareció. Las oportunidades empezaron a surgir. Ahora el partido ya tenía el cariz esperado, aunque ya había consumido su primera media hora larga.

Después de ese lapsus de efervescencia, el Almazora se encontró con una ocasión inmejorable. Jordi halló espacios para correr, sorteó a Zagalá y su disparo, sin ángulo, fue abortado por Kike Ferreres sobre la raya de gol. Y así, con este susto y un inesperado 0-0, el derbi llegó a su ecuador.

CAMBIOS Y LESIÓN

En la reanudación, el aviso correspondió otra vez a los visitantes (Roberto casi sorprende desde la medular a Zagalá), detonante para que Castelló introdujese una doble variante. Iván Sales y Cubillas relevaron a Pedra y Nico. Agotó los cambios en seguida, con la lesión de clavícula de William, retirado en camilla. Turno para Fonte.

Los dos 9 recién incorporados firmaron sendos cabezazos potentes pero desviados. Como contra el Buñol, el partido entró en los últimos 10 minutos empatados. Y merecido, además.

Javi Zarzo, cuando las manecillas del reloj llegaron al minuto 90, olió el 1-0. El árbitro prolongó el duelo hasta el 96’, por las continuas pérdidas de tiempo del Almazora que, agazapado, esperó la suya. Zagalá evitó el 0-1 en el primer remate, pero Roldán, el último en salir, consumó el sorpresón en el minuto 92.